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Reportaje:

"He recuperado a mi pareja"

El primer año del curso para maltratadores concluye con un balance positivo

"Ya he recuperado a mi pareja y voy a ser padre", es el comentario de uno de los 10 agresores que han participado en el curso piloto de reinserción de agresores. El presidente de la Audiencia Provincial de Alicante y miembro del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Vicente Magro, aseguró ayer que "la actitud" de los participantes hace pensar que se han reinsertado. Esta experiencia pionera se desarrolló desde mayo en la Audiencia de Alicante a raíz de que un juez suspendiera a un agresor la condena de cárcel, de menos de dos años, a cambio de participar en un programa de rehabilitación. Ante el vacío existente, la Audiencia diseñó un curso de reeducación y reinserción dirigido a maltratadores condenados a penas inferiores a 24 meses, pero que por la levedad de la agresión se beneficiaban de la suspensión de la condena.

Vicente Magro considera que en los casos de agresiones leves, la medida del ingreso en prisión "es desproporcionada y poco efectiva". "La persona puede salir más destrozada. La cárcel no lo resuelve todo", dijo ayer durante la presentación del balance al cierre del primer programa, que concluyó en diciembre.

Una decena de agresores, con una media de entre 21 y 46 años [entre ellos un empleado, un autónomo, un empresario, tres albañiles, un carpintero y dos zapateros], participaron en este programa experimental iniciado en mayo. A partir del 29 de junio, con la entrada en vigor de la nueva Ley Integral contra la Violencia de Género, la participación en estos cursos de los agresores que tienen condenas en suspenso será obligatoria. El juez revocará la suspensión de la pena a los que eludan participar en el programa e ingresarán, de inmediato, en prisión. En caso de reincidencia, los agresores sumarán a su última condena la pena que en su día quedó suspensa.

Siete de los 10 primeros participantes admitieron en una encuesta que el curso de reinserción les sirvió para entender el alcance de la violencia en el ámbito familiar y sus terribles consecuencias. Según los profesionales que diseñaron y participaron en los cursos, todos admitieron que palizas y bofetadas son formas directas de agresión. En cambio, no reconocían la violencia psicológica.

Asistentes al curso de reeducación para maltratadores.
Asistentes al curso de reeducación para maltratadores.OLIVARES NAVARRO

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