La directora del archivo del hospital Puerta de Hierro descalifica en una carta a sus empleados
Ángela Núñez pide perdón tras ser amonestada por la dirección del centro hospitalario
Sólo uno de los 16 empleados del Servicio de Documentación Clínica y Archivo del hospital Puerta de Hierro, encargado de codificar las historias clínicas del centro, sabe manejar un ordenador. Así lo denuncia la responsable del servicio, Ángela Núñez, en una carta dirigida a la dirección y en la que se queja de la "bajísima cualificación" de sus empleados. Núñez se pregunta si la dirección ha confundido su servicio con "la cocina o la lavandería". La funcionaria ya ha pedido perdón por algunos insultos y descalificaciones incluidos en la misiva. El centro la ha amontestado.
Ángela Núñez firmó la carta el pasado 22 de octubre y la remitió a la gerencia del hospital Puerta de Hierro de Madrid y a las direcciones médica, de enfermería y de recursos humanos. Núñez "fue apercibida" por el contenido de esa misiva, según un portavoz del hospital.
"Algunos comentarios de su escrito no añaden valor a la exposición de sus problemas y, sin embargo, pueden vulnerar" el Estatuto de los Trabajadores, dice la carta con la que la gerencia contestó a la responsable del servicio de archivo y documentación del centro sanitario.
Núñez admitió el pasado 5 de enero, en otra carta, que su primer escrito pudo ser "malinterpretado" y "quizá redactado precipitadamente". Además, según la gerencia, la funcionaria se disculpó ante los trabajadores, de los que ahora reconoce "el inmenso esfuerzo que realizan".
Pero la responsable insiste en su segundo escrito que "el objetivo último y primero es que el Servicio de Documentación funcione adecuadamente, y esto es una asignatura demasiado tiempo pendiente"·
Llamada de auxilio
La primera carta de Ángela Núñez parece una angustiada llamada de auxilio a los responsables del hospital para que mejoren la situación del servicio, responsable de la custodia y codificación de cientos de miles de historias clínicas de la población atendida por el Puerta de Hierro (noroeste de la región).
Núñez se queja de que a su servicio van los trabajadores "rechazados por todos los servicios del hospital", que los nombramientos se realizan sin que ella "haya sido informada al respecto", que "el poco personal cualificado" que ha llegado a tener "ha sido trasladado a otros servicios que sí pueden elegir personal cualificado", y lamenta que nunca se "haya redactado un perfil profesional" para trabajar al cuidado de las historias clínicas.
"El resultado", sigue la carta, "es una plantilla mayoritariamente formada por personal de bajísima cualificación, pinches de cocina, celadores, personal de mantenimiento promocionados a auxiliares administrativos sin la formación mínima". Sólo hay una persona, según explica la responsable del servicio en esa primera misiva, que "a lo largo de 11 años es y ha sido la única cualificada para trabajar en el Servicio de Documentación, y es la única que sabe manejar un PC y un paquete de Office [programas básicos de procesamiento de textos y bases de datos, entre otros] de un ordenador".
"Tanto es así que cuando vuelve de vacaciones encuentra su trabajo de todo el mes esperándola, pues no tengo a otra persona capacitada para sustituirla de sus funciones", continúa la carta.
Núñez se muestra agradecida por el apoyo de esta trabajadora y se queja de que la dirección del hospital no la reconoce por su labor: "En todo este tiempo no ha recibido ningún tipo de compensación ni más motivación que la moral que cada día intento ofrecerle con mi gratitud y mi reconocimiento. Y digo esto con el miedo egoísta y fundado en la experiencia de que sólo sirva para que sea secuestrada por algún servicio que acapara los mejores trabajadores", subraya.
"Carga traumatizante"
La gerencia del hospital, que apercibió a Núñez por el tono de su carta, ha declinado informar de si ha tomado las medidas de mejora en el servicio reclamadas por su responsable.
En las dos cartas que Núñez ha remitido a la dirección hace referencia a "episodios anteriores" de cuya "carga traumatizante", dice, aún no ha conseguido liberarse. Estos episodios fueron la aparición de más de 1.500 informes médicos confidenciales el 17 de enero de 2003 en unos contenedores de basura situados en una calle sin salida junto al hospital.
Estos documentos contenían el nombre y apellidos, edad, teléfono y dirección de cientos de enfermos que habían pasado por el centro, algunos de ellos aquejados de sida, esquizofrenia o alcoholismo.
La dirección del Puerta de Hierro destituyó entonces a Núñez fulminantemente, aunque se vio obligada a restituirla en el cargo tras una investigación interna que demostró que no tenía ninguna responsabilidad en el caso.
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