¿Segregación social en el Parque Sindical?
Llevo 40 años yendo al Parque Sindical; disfrutando de su piscina y comiendo la tortilla de patatas con pimientos en sus merenderos, que he visto cómo se deterioraban poco a poco por el abandono y la falta de mantenimiento. Comprendo que en sólo los tres meses de verano -por cierto, los fines de semana se sigue llenando como en los viejos tiempos- no sea una piscina rentable. Pero el Parque Sindical es un espacio público que gestiona la Comunidad de Madrid para que disfrutemos todos los madrileños que no tenemos la suerte de tener una piscina propia y que tenemos la playa muy lejos.
Hoy, la Federación de Golf ha tomado al asalto sus campos de fútbol y espacios comunes, donde los bañistas acudíamos con la nevera y nuestras sillas portátiles porque ya las mesas de los merenderos o bien se ocupaban temprano o bien eran impresentables para comer en ellas.
Se acerca el verano y las viejas instalaciones del Parque Sindical (hasta ahora Piscina Puerta de Hierro) se han convertido de la noche a la mañana en una instalación de lujo con zonas verdes, árboles nuevos, un nuevo bar... para que los aficionados al golf disfruten de un espacio que siempre ha sido de uso público. ¡Ah! Y sin merenderos.
¿Será para que los aficionados a este deporte no vean a los bañistas comerse la tortilla en bañador? ¿Acaso hacemos daño a la vista de los nuevos propietarios paseándonos en bañador por sus instalaciones? ¿Se nos va a confinar a los bañistas únicamente en el recinto de la piscina como si fuésemos ganado? ¿Dónde están los merenderos? Si pretendemos que Madrid sea sede olímpica, ¿por qué esta segregación social?
¿Por qué una piscina pública se cede a uso privado? ¿Por qué tantos prejuicios hacia los bañistas? ¿Será por los michelines? Será... Será... que no son muy estéticos. Digo yo, ¿o no.
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