El cerebro de los 80.000 ordenadores de Educación

En Sevilla, en los sótanos de Torretriana, un inmenso edificio circular que alberga varias consejerías entre ellas la de Educación, se esconde el Centro de Gestión Avanzado (CGA), un departamento del que casi nadie, incluso los trabajadores del mismo edificio, conoce su existencia pero desde el que, el curso próximo, se controlarán unos 80.000 ordenadores.

Rafael García Rivas dirige a un equipo de 21 profesionales, entre Ingenieros en Telecomunicaciones, Informáticos e Ingenieros Industriales, con una media de edad de 25 años. El cometido del CGA es velar por el buen funcionamiento de toda la red de centros de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC) -los 300 centros que cuentan con un ordenador por cada dos alumnos- y Centros Digitales -que usan la tecnología en administración y para comunicarse con los padres de los alumnos-.

"Este curso son unos 300 centros que cuentan con alrededor de 40.000 ordenadores, pero para el próximo serán 586 y doblaremos el número de terminales: unos 80.000", asegura Ana Belén Sánchez Godino, coordinadora del CGA que depende de la Consejería de Educación. La ampliación costará unos 50 millones de euros.

"Los centros TIC funcionan dentro de una Intranet corporativa , la misma que usan todos los servicios administrativos de la Junta, lo que permite homogeneizar todo el papeleo (matrículas, becas, comunicaciones...) en toda Andalucía, que la comunicación sea mucho más rápida y que podamos controlar los contenidos a los que tienen acceso los alumnos", explica García Rivas, director del CGA.

El centro cuenta con el CAU-TIC (Centro de Atención al Usuario) en el que ocho informáticos solucionan por teléfono las dudas o los problemas de la red. "Si se trata de problemas comunes, ellos les dan la solución; sólo en los casos más complicados pasan al siguiente nivel que es el CGA", comenta Sánchez Godino.

"Nosotros podemos comprobar, en tiempo real, el estado de la conexión de cada centro y solucionamos los problemas por teléfono. En los dos años que lleva funcionando el CGA tan sólo nos hemos tenido que desplazar a los centros unas cuatro veces", comenta Felipe Ortega, 27 años y analista de sistemas.

El cerebro del CGA es Sigila, un programa diseñado por el ingeniero en Telecomunicaciones Manuel Villar, 28 años, que tiene toda la información de todos los ordenadores que funcionan en Andalucía. "Sigila registra todas las incidencias y, en el caso de que sean nuevas, las describimos y las añadimos al programa; de forma que si se repiten sabemos la metodología que se ha seguido para resolverlas. Desde que nos pusimos en marcha, en 2003, hemos resuelto 7.505 incidencias", dice Villar.

Gador Maldonado, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, apunta que el uso de los ordenadores como herramienta de trabajo ha supuesto "una mejora de resultados académicos, especialmente en alumnos que tenían bajos rendimientos. Además, no ha habido deterioro intencionado del equipamiento, lo cual es también importante".