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Reportaje:

Jugar a esquivar zombis

El centro cívico La Buhaira de Sevilla acoge unas jornadas de promoción de los juegos de rol y estrategia

La sevillana Rocío Rodríguez tiene 17 años, estudia segundo de Bachillerato y está vestida de princesa elfa. Pero para sus cinco compañeros de mesa no es ni de Sevilla ni de la Tierra Media. Para ellos se llama Madeleine Kazar y es una rica heredera enamorada de su marido, el aventurero inglés Phileas Kazar.

Todos los que se sientan junto a Rocío han dejado de ser quienes eran por unas horas y se han convertido en personajes fantásticos que luchan para cumplir misiones llenas de peligros. Para eso han venido al centro cívico de La Buhaira en Sevilla. Para participar en el Segundo Certamen de Juegos de Rol y Estrategia, que terminó ayer, después de tres días.

"Un juego de rol no es otra cosa que una obra de teatro en el que los jugadores son los protagonistas", dice Manuel Irizo, de 20 años y estudiante de electricidad. "El guionista de la obra es el director del juego que es quien se inventa la historia, basada en unas reglas distintas según cada título, y guía a los jugadores". Ese es el papel que le gusta a Manuel, que ahora se toma un descanso de la partida en la que está enfrascado.

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Las jornadas han sido organizadas por Manuel García, de 19 años. "Durante estos tres días hemos tratado de dar a conocer al público en general qué son los juegos de rol y estrategia con torneos de los títulos más importantes: Star Wars, El Señor de los Anillos o Dragones y Mazmorras", dice García. "Y la respuesta", continúa, "ha sido fantástica. Ayer mismo se acercó una señora de 55 años que nunca había jugado. Al final, se quedó varias horas." García calcula que en Sevilla hay más de 300 jugadores de rol habituales aunque no se encuentran muy bien organizados.

Si los jugadores son actores y el director de juego el guionista de la obra, ¿cuál es el escenario? "La imaginación", responde rápido Manuel Irizo. Imaginación es lo único que necesitan Rocío y compañía para jugar a Zombi, que plantea un mundo en el que, a la vuelta de cualquier esquina, un muerto viviente y purulento puede saltarles al cuello.

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Carlos Gómez es Phileas Kazar. Carlos tiene 13 años y cursa tercero de ESO. Esta tarde ha viajado a África con Rocío y el resto de aventureros para buscar un valioso amuleto en un templo olvidado y acabar con una maldición. David Cantero es el director de juego y tiene escrito la historia en varias cuartillas. "Lo que se pretende en un juego de rol es que las personas interactúen, colaboren y se pongan de acuerdo para conseguir un objetivo común".

Además del rol, en las jornadas también ha habido sitio para sangrientas batallas en vivo, protagonizadas por ejércitos de soldados de plomo que luchan por aniquilar al enemigo. La realidad de la guerra llevada a una mesa de juego. Son los torneos de estrategia. En ellos todo vale. Alianzas entre jugadores, venganzas y traiciones. Como la vida misma.

Mientras, el matrimonio Kazar ha entrado con sus compañeros en el templo africano. El pasadizo en el que se encuentran se bifurca en dos. Por uno lado corre una brisa fresca. Por el otro un aire cargado. ¿Cuál tomarán?

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