Mercado de aceite sin 'futuros'
Las cooperativas se resisten a operar con el nuevo sistema de contratación
A un año del inicio de su actividad, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva no ha calado entre las cooperativas productoras y las industrias. Aunque sus responsables confían que despegue esta campaña, en medios del sector se mantienen las reticencias sobre el nuevo sistema de contratación y se levantan dudas sobre su futuro, como sucedió con el mercado de cítricos.
En el primer año de funcionamiento sólo intermedió en la venta de 16.000 toneladas frente a una producción de 1.416.000 toneladas
Según los datos manejados por el Mercado de Futuros, en el primer año de actividad, el volumen de aceite negociado en el seno de esta organización ascendió a solamente 16.000 toneladas frente a unas previsiones de contratación de unas 37.000 toneladas en una campaña con una producción de 1.416.000 toneladas, lo que supone poco más del 1%.
Bajo el argumento de ser España el primer país productor de aceite de oliva del mundo, la Junta de Andalucía dio en 1995 los primeros pasos para la constitución del Mercado de Futuros, con un presupuesto de 30 millones de pesetas de entonces, para realizar los primeros estudios sobre su viabilidad. Los datos del primer año de funcionamiento han reabierto las dudas sobre su futuro.
"Es cierto", señala su director, Lamberto Samper, "que en este primer año no se han cubierto los objetivos previstos, pero ello no se puede interpretar como un fracaso. No se puede comparar este mercado con el de los cítricos.Aquél no contó nunca con el apoyo de la producción y de los operadores, sino que los protagonistas eran las entidades financieras. Por eso cerró. En el caso del aceite, junto a las entidades financieras, también se hallan como accionistas y participan en el mercado los industriales y una parte de la producción cooperativa".
El Mercado de Futuros cuenta en este momento con un nuevo presidente, Antonio Martín Mesa, y un total de 44 socios, donde destaca la presencia de la Junta de Andalucía con el 33% y otro 42% en manos de diferentes cajas andaluzas. En el resto del accionariado se hallan una veintena de industrias del aceite, organizaciones agrarias y entidades financieras de toda España, aunque con unos mínimos porcentajes de un capital social de 6,5 millones de euros.
A pesar de los malos resultados en el primer año de funcionamiento, los responsables del mercado mantienen su optimismo en relación con el futuro y consideran que el fracaso ha sido consecuencia de la falta de una comunicación correcta con la producción.Se estima que los industriales sí apoyan operar bajo este mecanismo, aunque la realidad es que la mayor parte de sus operaciones las siguen llevando a cabo a través de los operadores tradicionales y de los contactos ya históricos entre el propio sector. A pesar de ello, los objetivos marcados por el mercado para el próximo año es llegar a una contratación de unas 50.000 toneladas. Como medida de apoyo para animar la actividad en el mercado, el órgano rector rebajó desde el pasado 1 de febrero un 50% el importe de las garantías financieras para poder operar dejando, las mismas del 12% a sólo el 6%. Igualmente se pretendía que la garantía exigida para negociar en el mercado se pudiera hacer efectiva en aceite depositado en los almacenes del Patrimonio Comunal Olivarero.
En condiciones normales de un mercado de futuros con un alto volumen de contratación, el sistema tendría un peso importante a la hora de fijar las cotizaciones en el sector. Sin embargo, dado el escaso volumen de los contratos realizados, la realidad es que los precios los siguió marcando el mercado tradicional.
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