Madrid, una obra continua
Madrid acomete la mayor renovación de infraestructuras de su historia. La capital lleva meses levantada y se enfrenta a otros dos años de obras (por lo menos) en todos sus puntos cardinales. El Ministerio de Fomento, la Comunidad y el Ayuntamiento han decidido cambiar la ciudad en esta legislatura, y se han lanzado, las tres administraciones a la vez, a ejecutar sus proyectos: 75 grandes obras y casi 100 kilómetros de túneles.
La macrorreforma de la carretera de circunvalación M-30, la construcción de nuevos pasos subterráneos para descongestionar el tráfico, la creación de una segunda línea ferroviaria de cercanías sur-norte, la ampliación del metro a varios distritos y la renovación de líneas existentes son las obras más espectaculares y las que más notan peatones y conductores. Pero a ellas se une un tipo de obra mucho menos grandilocuente y más relacionada con la vida cotidiana: la que hay detrás de cada zanja abierta por las compañías de servicios para reparar averías y realizar nuevas acometidas de gas, luz, agua o teléfono. Ochocientas zanjas coinciden cada día en las calles de Madrid, según la Concejalía de Urbanismo.
La capital sufre la mayor construcción de infraestructuras de su historia, con casi 100 kilómetros de nuevos túneles
Fomento, Comunidad y Ayuntamiento abren 75 grandes obras en la ciudad, algunas de las cuales acabarán en 2007
Cada día coinciden en las calles más de 800 zanjas de reparación y mejora de las canalizaciones de agua, luz, teléfono y gas
El grupo socialista en el Consistorio critica que no exista un plan municipal de movilidad para coordinar los trabajos y minimizar las molestias, e IU exige que las tres administraciones -la central, gobernada por el PSOE; la municipal y la autonómica, por el PP- se sienten a hablar y echen un poco el freno a su ambición tuneladora. Ayuntamiento, Comunidad y Fomento responden que todo está controlado y que, aunque "las obras siempre crean molestias", el sufrimiento "merecerá la pena". La inauguración de muchas de las principales obras está prevista para el primer trimestre de 2007, justo antes de las elecciones municipales y autonómicas.El sindicato Comisiones Obreras calcula que ahora mismo hay más de 5.000 trabajadores empleados en nuevas obras públicas en Madrid. Las más relevantes son las que siguen.
El 'tesoro' de la M-30 Recuperar el río
Es el proyecto emblemático del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. La obra más cara acometida nunca por un Ayuntamiento (4.000 millones de euros que el municipio tendrá que devolver a los bancos durante 35 años) y la más criticada por los grupos de oposición, que la tachan de "faraónica". El gobierno municipal replica que la reforma de la M-30, la principal carretera de circunvalación de la ciudad, aportará fluidez al tráfico y transformará la cara de Madrid.
Se trata de 15 actuaciones (sobre una vía de 32,6 kilómetros y 300.000 coches diarios) que supondrán la creación de más de 15 kilómetros de túneles: algunos, como los dos grandes bypass en los ejes norte y sur del anillo, serán alternativas subterráneas a la carretera, que conservará su tramo en superficie; otros servirán para agilizar la conexión con las autovías de entrada a la capital. Estas obras en los nudos de conexión de la M-30 obligan a establecer cada semana nuevos desvíos de tráfico; algunos, como los del nudo de la carretera de Valencia, convierten esos tramos de la recta M-30 en una cadena de curvas serpenteantes.
Pero el túnel más largo y más complejo es el que el Ayuntamiento adjudicó esta semana (por 1.245 millones que se repartirán cinco grandes constructoras) y que hará desaparecer seis kilómetros de M-30 bajo el Manzanares: la vía quedará soterrada, en su tramo oeste, desde el paseo del Marqués de Monistrol al enlace con el nudo sur, liberando al río de un denso tráfico que ahora lo encajona entre dos calzadas. Se creará así una alfombra verde que permitirá llegar caminando desde la plaza de Oriente hasta la Casa de Campo.
"La ciudad recuperará por fin su río", acostumbra a decir Ruiz-Gallardón. Si hay un proyecto al que puede aplicarse eso de que "Madrid busca su tesoro", es el de la M-30. Por la magnitud de la obra y también, según el PP, por la trascendencia que tendrá.
La ciudad de los túneles Cinco nuevos subterráneos
Madrid tiene 55 túneles de tráfico, y a ellos se van a sumar otros cinco pasos subterráneos (aparte de los de la M-30) en los próximos dos años. El Ayuntamiento ha comenzado ya la ampliación del túnel de O'Donnell (que pasará de medir 300 metros a más de 1.300, y que ha provocado desvíos en uno de los principales accesos a Madrid) y la construcción de uno paralelo al actual de Pío XII (800 metros).
Además, iniciará en breve los túneles del Ventisquero de la Condesa y Sor Ángela de la Cruz, al norte de la ciudad, y conectará bajo tierra la calle de Embajadores con la M-40, al sur. El actual paso bajo la glorieta de Atocha será ampliado en 220 metros para alejar los coches del Museo Reina Sofía.
El metro crece Ampliación y renovación
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, prometió ampliar la red de metro en 90 kilómetros antes de 2007 para dar servicio a seis municipios de la región y, dentro de la capital, a los barrios de La Elipa, Alameda de Osuna, Pinar del Rey, Pinar de Chamartín, Carabanchel Alto, Villaverde y el Ensanche de Vallecas. Las obras han comenzado, afectan a nueve de las 11 líneas que atraviesan la capital y ya han dado lugar a los consabidos desvíos de tráfico: los últimos, esta misma semana, en las avenidas de Arcentales (San Blas) y de la Peseta (Carabanchel).
Además, el Ayuntamiento lleva meses renovando las 11 estaciones de la línea 3 de metro (Moncloa-Legazpi), una de las más saturadas de la red. Esas obras han tenido levantadas la calle de la Princesa o la plaza de Argüelles, y siguen en Embajadores, Palos de la Frontera, Lavapiés y Sol. No estarán terminadas hasta finales de este año o principios de 2006.
Macroestación en Sol Otro 'túnel de la risa'
Las dos grandes estaciones ferroviarias de la capital, Atocha y Chamartín, están conectadas por una línea de cercanías desde 1967. Ese largo túnel de siete kilómetros fue bautizado como túnel de la risa por los madrileños, que asistieron atónitos a su construcción durante más de 30 años. Desde el verano de 2003, el Ministerio de Fomento construye un segundo túnel paralelo al actual con el objetivo de descongestionar Atocha, que sufre un tránsito de 560 trenes diarios.
La tuneladora que abre el espacio para ese segundo túnel de la risa ha atravesado ya el subsuelo de la Puerta del Sol, Montera, Hortaleza y Alonso Martínez. Queda el último tramo, entre Nuevos Ministerios y Chamartín. Pero la obra, que costará 259 millones y
tiene la inauguración fijada para marzo de 2007, no consiste sólo en la construcción del túnel: incluye dos estaciones intermedias entre Atocha y Chamartín. Una, de enormes dimensiones, bajo la Puerta del Sol -que lleva meses tomada por casetas de obra, y así estará dos años más- y otra, menor, en Alonso Martínez.
Eje Prado-Recoletos Un museo continuo
Una de las principales obras previstas en la capital aún no ha comenzado, pero cuando lo haga -a finales de este año- mantendrá ocupados a los operarios durante una década. Se trata de la reforma del eje Prado-Recoletos, la creación de un gran espacio de prioridad peatonal entre las plazas de Colón y Atocha, en el entorno de los tres grandes museos madrileños: Prado, Reina Sofía y Thyssen. El proyecto incluye la reforma de varias plazas, la eliminación de carriles de tráfico en los paseos de Recoletos y del Prado y la peatonalización de calles.
Un nuevo 'Azca' Coches bajo los rascacielos
El afán tunelador del Ayuntamiento tiene un último escenario: la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, al norte del paseo de la Castellana.
En ese solar se están levantando los que serán los mayores rascacielos de la capital: cuatro torres de más de 200 metros, propiedad de cuatro empresas distintas, que serán alquiladas para oficinas. Eso significa que cuando estén terminadas, también en 2007, miles de oficinistas entrarán y saldrán todos los días de la zona, muchos de ellos en sus coches.
Los técnicos de Urbanismo temieron que eso pudiera colapsar la circulación en la entrada norte a Madrid, y decidieron resolverlo con una obra que no estaba en el programa electoral del PP: la construcción de un doble anillo subterráneo de túneles que distribuirá el tráfico bajo los rascacielos. Los trabajos de este Azquilla, como lo llaman los autores de la idea (por su semejanza con los túneles de Azca, en Nuevos Ministerios), comenzarán a mediados de año y durarán 30 meses.
El 'Gran Barajas' Aún sin transporte público
La pelea entre la Comunidad y Fomento amenaza con dejar sin conexión por transporte público la nueva terminal de Barajas, cuya inauguración está prevista para dentro de un año. La línea 8 de metro ya llega al aeropuerto, aunque no a la nueva terminal, de modo que la solución pasaría por ampliar esa línea. La competencia sobre el metro es del Gobierno regional, pero Esperanza Aguirre alega que esa ampliación no sería más que una conexión interna entre terminales, y que por tanto es Fomento quien debe pagar la obra. El ministerio lo rechaza.
Así que, por el momento, la línea 8 no se ampliará. Como alternativa, Fomento ha anunciado la construcción de una línea de cercanías entre Chamartín y Barajas que no estaría lista antes de 2012, el año olímpico.
Un millar de zanjas diarias
Las grandes obras de infraestructuras tienen, a los ojos del ciudadano, la cara de las grúas, de la maquinaria pesada y de los desvíos de tráfico. Pero hay otras obras que molestan incluso más, que obligan a caminar mirando al suelo y que han creado en Madrid, desde hace años, cierta psicosis: la de la zanja eterna. Según datos de la Concejalía de Urbanismo, cada día coinciden en la capital unas 800 obras simultáneas, con sus correspondientes zanjas.
Ésas no corresponden a túneles o carreteras, sino a la reparación de averías en canalizaciones subterráneas de agua, luz o gas (se producen unas 9.000 averías anuales), y las nuevas acometidas a viviendas o comercios. En los ocho primeros meses de 2004, las compañías de servicios abrieron 377 kilómetros de zanjas. Además, el Ayuntamiento trabajó sobre 418 calles y 166 kilómetros de pavimento, extendiendo la Operación Asfalto de cada verano y estableciendo planes de renovación integral de servicios en 160 calles de 12 distritos (la capital tiene unas 12.600 calles). Teóricamente, esas 160 vías no pueden volver a abrirse en los próximos cuatro años.
El gobierno municipal se ha comprometido a endurecer este año las condiciones para abrir una zanja: las compañías de servicios, por ejemplo, tendrán un máximo de 36 horas para reparar averías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Atascos
- VIII Legislatura España
- Consejerías autonómicas
- VII Legislatura CAM
- Obras municipales
- Gobierno Comunidad Madrid
- Retenciones circulación
- Ministerio de Fomento
- PSOE
- Parlamentos autonómicos
- Incidencias transporte
- Madrid
- Legislaturas políticas
- Ministerios
- Gobierno autonómico
- Transporte urbano
- Parlamento
- Ayuntamientos
- Comunidades autónomas
- Vivienda
- Comunidad de Madrid
- Partidos políticos
- Tráfico
- Política autonómica
- Administración autonómica