Calidad y tecnología para disfrutar al volante
En un mercado saturado de coches muy parecidos cada vez es más difícil marcar la diferencia. Afortunadamente siempre hay excepciones que sorprenden por algo, ya sea un diseño cautivador, un interior ingenioso o simplemente una conducción que entusiasma.
Éste es el caso del BMW 330i, una berlina media que destaca por su calidad. No tiene una imagen muy original, pero ofrece una serie de avances que convierten la conducción en un placer compatible con la seguridad. El inconveniente es un precio elevado, porque paladear sus virtudes exige pagar al menos los 31.300 euros del 320i y sumar las opciones que realzan su dinamismo. La rentabilidad es sólo emocional y apenas justificable para apasionados de la conducción, el valor que distingue a BMW y al nuevo Serie 3.
Estética con más carácter
La quinta generación del Serie 3 supone una evolución estética conservadora que mantiene el estilo del anterior, aunque con un diseño más atrevido que resalta su carácter. El frontal, similar al del Serie 5, aplica unos trazos más estilizados en el capó, la parrilla y los faros. En el lateral destaca el contraste entre las formas cóncavas y convexas que definen los nervios y resaltes situados en línea con los picaportes. Y todo esto, unido al trazo descendente del techo y al aire robusto de los parachoques y la zaga, permiten conjugar la imagen refinada de las berlinas de prestigio y la deportividad de BMW.
Al margen del envoltorio, lo mejor de este coche no está a la vista porque su calidad se refleja en detalles como la aerodinámica (CX: 0,30), o una carrocería de aceros especiales que han permitido aumentar un 25% la rigidez y reducir 10 kilos el peso, aspectos claves para primar el dinamismo.
Interior sencillo y poco práctico
El nuevo BMW mide ahora 4,52 metros de largo, cinco centímetros más que el anterior. Pero sigue teniendo una habitabilidad justa, el punto débil de siempre: las plazas delanteras son casi iguales que antes y atrás ha ganado dos centímetros para las piernas. Al menos el maletero tiene 460 litros (20 más), en parte porque se ha eliminado la rueda de repuesto (lleva neumáticos antipinchazos). Y siguen faltando huecos para objetos: sólo tiene la guantera, bolsas en las puertas, apoyabrazos delantero y la repisa del cambio. El resto se paga aparte, desde los respaldos traseros abatibles hasta los posavasos retráctiles situados frente al copiloto, las redes de detrás de los respaldos delanteros...
Por lo demás, el interior mantiene el toque de clase y también la austeridad de la marca, y es similar a los demás BMW: salpicadero y consola central sencillos y muy limpios, una buena instrumentación y nada que destaque. En cambio, los ajustes y la calidad de acabados y materiales están entre los mejores y ayudan a crear un ambiente refinado y elegante.
Cuatro motores
La Serie 3 se ofrece con cuatro versiones: 320i (150 CV), 325i (218 CV) y 330i (258 CV), en gasolina, y el 320d (163 CV), en turbodiésel. Todos llevan cambio manual de seis marchas y pueden montar como opción un automático secuencial también de seis. Los precios son altos e incluyen todo lo importante: seis airbags, ABS, ESP y radio-CD. Pero los detalles menores, de origen ya en muchos otros modelos, son opcionales (sensor de lluvia y faros, accesorios prácticos...).
Por lo demás, en otoño llegarán el 318i (129 CV), de gasolina, y los 318d (125 CV), 330d (204 CV) y 335d biturbo (272 CV), en diésel. A final de año, la carrocería Touring o familiar; en 2006, el Coupé, y en 2007, el Cabrio.
Conclusión
El nuevo 330i mantiene la imagen y el estilo deportivo de la Serie 3 y añade nuevos avances que mejoran el dinamismo, la calidad de conducción y la seguridad. Tiene un interior algo justo, pero bien acabado, una mecánica refinada y unas prestaciones elevadas. Pero los precios son altos y no se justifican con el equipo de serie.
CALIDAD CON SOBRIEDAD
El interior del nuevo Serie 3 mantiene el estilo sobrio y elegante de BMW, con un salpicadero de trazos limpios, una consola central sencilla pero muy ordenada y unos materiales de calidad que conforman unos acabados notables. Destacan los ajustes entre las piezas y la precisión de la instrumentación, pero no hay nada especial que entusiasme, salvo la nueva llave electrónica de serie con forma de mando a distancia, que se encaja en una ranura situada a la derecha del volante y permite arrancar con un botón, una solución que se generalizará pronto en la mayoría de los coches. La posición longitudinal del motor sigue condicionando la habitabilidad, principal punto débil también del nuevo Serie 3. El aumento de tamaño ha permitido ganar unos dos centímetros de espacio para las plazas traseras en la zona de las rodillas, pero se echa de menos más amplitud. Y, sobre todo, más sitios para dejar objetos, porque los pocos que hay se pagan aparte (posavasos, apoyabrazos...). Con el maletero sucede lo mismo: ahora ya tiene una capacidad más que correcta, pero los respaldos abatibles para cargar bultos grandes son opcionales. El diseño de la zaga, con los parachoques fundidos con las aletas, resalta la personalidad deportiva del nuevo Serie 3.
EL MÁS BARATO DE LOS CAROS
El 330i tiene unos precios aparentemente inferiores a los de casi todos sus rivales directos, pero la diferencia no es del todo real, porque las versiones equivalentes con cambio manual de algunos de ellos (Audi A4 3.2 y Jaguar X-Type 3.0) sólo se venden con tracción 4×4, lo que suele suponer un sobrecoste de unos 3.000 euros.
El modelo alemán es sólo más caro que el Volvo S60 2.5 T, al que supera en unos 1.000 euros. Los dos incluyen un equipamiento similar, aunque con más detalles prácticos en la berlina sueca y también con un motor menos potente y prestaciones inferiores. En cambio, el A4 y el Jaguar X-Type cuestan 2.500 y 3.000 euros más, pero la diferencia se equilibra con la tracción 4×4, que estará disponible en el Serie 3 a partir de otoño. Por último, el Mercedes C 320 es también menos potente que el 330i y cuesta casi 6.000 euros más.
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