BLOC DE CAMPAÑA
- Por fin, se debate. Finalmente, habrá debate, el próximo lunes, en la televisión autonómica ETB. Será el único entre los cuatro principales candidatos -Ibarretxe, San Gil, López y Madrazo-. Ibarretxe (en la foto) no sólo ha puesto esa condición, y sus representantes han tratado de que fuera él quien abriese y cerrase cada uno de los siete bloques (autogobierno, paz...) del programa, que durará una hora y cuarto. Tras complicadas negociaciones, Ibarretxe ha cedido parcialmente. Sólo abrirá y cerrará el primer bloque y el último. Las intervenciones serán tasadas, de minuto y medio. Lo mismo, las réplicas. El moderador -el jefe de informativos de ETB, Jaime Otamendi, el mismo que entrevistó a Zapatero hace dos semanas- se limitará a controlar los tiempos. Las desconfianzas han diseñado un modelo de programa tan rígido que hace temer un debate acartonado. Pero, al menos, habrá debate entre los candidatos, lo que no sucedió en las otras dos campañas a las que concurrió Ibarretxe, en 1998 y 2001.
- Lo que cambia. Ibarretxe ha arrancado la campaña con la misma estrategia que tan buenos resultados le hizo consechar en 2001: la confrontación entre el bloque nacionalista (PNV-EA) y el no nacionalista (PP-PSE). Sin embargo, esta vez tiene más complicado que su estrategia cale igual que entonces, porque no tiene enfrente al bloque compacto que materializaron Jaime Mayor y Nicolás Redondo, desaparecidos de la escena. Más aún, María San Gil, candidata del PP, hace del ataque al PSE un eje de su campaña. Y López hace aún más inverosímil la estrategia de Ibarretxe al defender un nuevo Estatuto con más autogobierno. Para colmo, Josu Jon Imaz, presidente del PNV y sucesor de Arzalluz, matiza a Ibarretxe y dice que el esfuerzo negociador hay que hacerlo en Euskadi y no en Madrid. El cambio es aún mayor si se añade que Batasuna no se presenta y ETA lleva casi dos años sin matar.
- Lo que no cambia. Joseba Arregi, ex dirigente del PNV y cabeza de la plataforma Aldaketa (Cambio), pecó de optimismo el jueves cuando dijo que uno de los cambios en Euskadi es la mayor sensibilidad, incluidas las instituciones nacionalistas, hacia las víctimas. Al poco, el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, en la conmemoración de los 25 años de la Cámara de Vitoria, omitía recordar a los parlamentarios asesinados: Enrique Casas, Gregorio Ordóñez y Fernando Buesa. Tal olvido contrasta con la bronca del Gobierno Ibarretxe contra la ilegalización de Aukera Guztiak, con cartas de denuncia a la ONU, lo que retrae a 20 años atrás, cuando el Ejecutivo del PNV pedía a Francia que no extraditara etarras.
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