Llegan las alegaciones al proyecto urbanístico de Fontanars

El polémico proyecto urbanístico presentado en el Ayuntamiento de Fontanars dels Alforins (La Vall d'Albaida) para construir una urbanización con campo de golf ha empezado a recibir alegaciones. A las presentadas en los últimos días por particulares afectados -en un goteo que previsiblemente se prolongará hasta el próximo martes, en que concluye el plazo legal para hacerlo- se unió ayer la alegación impulsada por el Bloc Nacionalista Valencià.

El plan supone recalificar 1,2 millones de metros cuadrados de suelo, sobre los que el empresario Vicente Francés Mora, un promotor muy influyente en la comarca, pretende construir 800 viviendas, un hotel y un campo de golf. Y todo ello en un paraje de alto valor paisajístico y ambiental -la zona se conoce como la Toscana valenciana, por su parecido con la región italiana-, que se encuentra de lleno en el ámbito del lugar de interés comunitario (LIC) número 62, Els Alforins, incluido en la Red Natura 2000 de la Unión Europea.

La alegación del Bloc empieza por señalar que en la documentación presentada por la empresa no aparecen los estatutos y acuerdos sociales de la agrupación de interés urbanístico. También menciona la afección a la zona LIC y, además, que el proyecto no incluye las medidas necesarias para garantizar el suministro de agua, un recurso escaso en la zona. Otro inconveniente que cita la alegación del Bloc es que la urbanización supondría un aumento de la población que tendría consecuencias sociopolíticas para Fontanars.

Según el Bloc, "la ejecución de la actuación puede derivar en la comisión de los delitos relativos a la ordenación del territorio, la protección del patrimonio histórico, del medio ambiente y recursos naturales, tipificados en el Código Penal y además en el de prevaricación".

Asamblea

Por otra parte, el miércoles se celebró en la Casa de la Cultura de Fontanars una asamblea informativa sobre el proyecto, a la que no asistió el promotor, pero sí los arquitectos, así como el alcalde, el popular Vicente Ribera, que defendió un plan que el PP local presenta como la panacea para el pueblo. Los vecinos le preguntaron por qué apoya con tanta decisión un proyecto presentado por un particular y el alcalde acabó por perder los nervios, según testimonio de uno de los asistentes.