_
_
_
_

Gallardón abrirá en Vicálvaro un gran albergue para indigentes

Los vecinos tachan de agravio hacer un centro de acogida cuando ellos aún no tienen colegios

La Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano, dirigida por Ana Botella, va a empezar a construir en un solar de Vicálvaro, al sureste de la capital, el segundo macroalbergue municipal para personas sin hogar (después del de San Isidro): un centro con 120 camas que costará ocho millones de euros y que no estará listo hasta 2007. Pero los vecinos del distrito ya han empezado a movilizarse, y ayer entregaron en el Ayuntamiento 4.044 firmas exigiendo la paralización del proyecto, criticando la falta de información y reclamando la creación de una comisión que reconsidere el emplazamiento. PSOE e IU les apoyan en sus reivindicaciones.

Los vecinos aseguran en su escrito que están totalmente de acuerdo en que Madrid necesita "infraestructuras como la que el Ayuntamiento quiere llevar a cabo [en referencia al albergue]", pero añaden que su barrio -con 4.000 viviendas de reciente construcción- no les parece el lugar apropiado, y recuerdan que ellos aún no tienen colegios en funcionamiento ni centros de salud o instalaciones deportivas.

"Casi cuatro años después de que las primeras viviendas fueran ocupadas, no está operativa ninguna dotación pública. No ha sido cedido terreno para la prometida escuela infantil, ni para el necesario centro de salud. Ante esta situación, a los vecinos nos sorprende la celeridad con la que se otorgan terrenos y se dotan presupuestos [para la construcción del albergue] mientras las tan necesarias dotaciones permanecen estancadas", señala la carta suscrita por 4.044 residentes de los desarrollos urbanísticos de Valderribas, La Catalana y Las Gallegas, en Vicálvaro. El distrito tiene en total 61.000 vecinos.

La portavoz de IU, Inés Sabanés, y el concejal socialista Félix Arias subrayan que no están en contra del albergue, pero sí de "las formas" con las que ha actuado Ana Botella, "de espaldas a los vecinos" y "con total falta de transparencia". Argumentan también que "los expertos aconsejan que los centros de acogida de este tipo sean pequeños y dispersos por la ciudad, y no mastodónticos y concentrados en un lugar", entre otras cosas porque generan rechazo vecinal.

La discusión fue protagonista ayer en el pleno municipal del Ayuntamiento. La concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano se mostró "asombrada" por la postura de la oposición, tachó a PSOE e IU de "insolidarios" y se negó a paralizar la obra.

El Ayuntamiento de Madrid tiene actualmente dos centros de acogida para personas sin techo: el de San Isidro, con 266 plazas, y el de la Casa de Campo, con 75 plazas -además, subvenciona otros albergues privados y de ONG-. Ahora ha decidido construir un tercer centro, que será el segundo en tamaño (120 camas) y al que sólo podrán acceder personas sin hogar derivadas por los servicios sociales municipales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El gobierno presidido por Alberto Ruiz-Gallardón aprobó el pasado enero la licitación de las obras, pero el asunto subió de tono ayer durante la celebración del pleno municipal, cuando la edil Ana Botella, los concejales del PSOE e IU y el propio alcalde se enzarzaron en una bronca sobre el grado de "solidaridad con los sin techo" de cada grupo. Botella llegó a acuñar un nuevo término, el "sinhogarismo", para asegurar que "el Ayuntamiento ha hecho más por las personas sin techo de Madrid en estos dos años que en los últimos 25".

Gobierno y oposición ya se enfrentaron hace cuatro meses, cuando el Ayuntamiento habilitó un centro de acogida temporal de indigentes, para la campaña de invierno, en el antiguo velódromo de Carabanchel. La oposición de los vecinos fue frontal, y los ediles del PSOE e IU reclamaron a Botella que les escuchara, aunque también rechazaron las posturas más violentas y ofensivas con los sin techo de algunos residentes.

Minutos antes de la sesión plenaria de ayer, vecinos de Vicálvaro, acompañados por varios ediles de la oposición, habían entregado 4.044 firmas pidiendo la paralización del proyecto. "No estamos en contra de que pongan un albergue, eso que quede claro. Pero sí de la forma en que se ha hecho: sin informarnos de nada, por sorpresa. Y tampoco nos parece que sea el lugar ni el tipo de centro adecuado", explicó Jesús María Pérez, vicepresidente de la asociación de vecinos del barrio.

"En esta zona hay 4.000 viviendas, que llegarán a ser 7.000 en dos años, y aún no hay colegios o ambulatorios en funcionamiento. Y, de repente, aparece un suelo público enorme para levantar un albergue. Es un agravio comparativo", señaló Pérez. Y añadió: "El PP dice que quiere integrar a los sin techo, pero los mandan a Vicálvaro, a las afueras. Nosotros estamos dispuestos a asumir nuestra cuota de solidaridad, pero no creemos que un centro enorme y alejado del centro, que es donde realmente están las personas sin hogar, sea la solución".

Evitar el conflicto

Similares argumentos emplearon los concejales de la oposición. Inés Sabanés, portavoz de IU, aseguró que su grupo no se opone al albergue, pero criticó la "falta de información" de la concejalía y la "rapidez" con la que ha desarrollado el proyecto sin contar con los vecinos. "Consulten antes de tomar decisiones, hablen con las asociaciones, pregunten al Foro Local sobre Personas sin Hogar", recomendó Sabanés a los ediles del PP. "Precisamente lo que no queremos es que se llegue al conflicto vecinal, por eso hay que plantear las cosas de forma ordenada y consensuada. Tratemos de reorientar este proyecto", agregó.

El socialista Félix Arias reclamó también que se consulte a "los expertos" porque éstos, dijo, "sostienen que los centros de acogida deben ser pequeños y no concentrados en un punto de la ciudad, mezclando a todo tipo de personas con problemáticas distintas". "A usted sólo le interesa salir el día de la inauguración", le espetó a Botella.

La concejal de Empleo, visiblemente enfadada, contestó a la oposición que no piensa paralizar el proyecto del nuevo albergue. "No hemos hablado con el Foro Local porque se ha constituido hace sólo un mes. Pero claro que hemos pedido opinión a muchas asociaciones. El proyecto es necesario, el sitio es el adecuado y va a ser uno de los mejores centros para personas sin hogar que existen", dijo Botella, que se declaró "asombrada" por la postura adoptada por PSOE e IU. La concejal sí adelantó que va a crear una comisión para que haga un "seguimiento" de las obras, y acabó proclamando el triunfo del "sinhogarismo" en la política social del Ayuntamiento.

Ruiz-Gallardón tomó entonces la palabra y afirmó, dirigiéndose a Botella: "Este alcalde está muy orgulloso de que vaya a construirse ese centro y de que los derechos de las personas sin hogar los estemos defendiendo, incomprensiblemente solos, los concejales del PP". Después, entre las protestas airadas de los ediles de PSOE e IU, que lo acusaron de "demagogo", dio paso a la votación de las propuestas de la oposición, que pedían paralizar el proyecto y que fueron tumbadas por la mayoría absoluta de los populares.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_