_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Sharon juega con fuego

Todo parece indicar que habrá evacuación de Gaza en julio. El partido centrista Shinui ha anunciado que apoyaría en el Parlamento israelí el presupuesto de Ariel Sharon, compensando los votos que le niega al primer ministro su propia formación, el Likud. Y con la aprobación en la Kneset, que estatutariamente ha de producirse en marzo, se evitan elecciones anticipadas, y habrá dotación para indemnizar a los 8.000 colonos judíos que conviven en 21 asentamientos de la franja con más de un millón de palestinos.

Pero Sharon no da puntada sin hilo, aunque ello sirva para todo menos para hacer que avance el pre-proceso de paz en Oriente Próximo. Junto a tan excelentes perspectivas ha hecho saber, tanto a su propia clientela electoral como a la comunidad internacional, que van a construirse otras 3.500 viviendas en el cinturón de colonias que ya aíslan casi completamente la Jerusalén árabe del resto de Cisjordania.

Más información
El Parlamento israelí rechaza someter a referéndum el plan de retirada de Gaza

La jugada, aparte de representar el doble juego habitual, es transparente. El día 17 de abril visita al presidente Bush en su rancho de Tejas, y nadie ignora que si Estados Unidos quiere que arranque de una vez el proceso negociador, el mandatario tendrá que apretarle las clavijas a su huésped. Por eso Sharon llegará a Crawford rebosante de concesiones que otorgar. ¿Quizá renunciar a una parte de esas construcciones? El juego, de tan repetido, agota. Una de cal y doce de arena. Presunta disposición a negociar, al menos en las palabras, y seguro dinamitado de cualquier negociación futura con la política de hechos todo lo consumados que sea posible.

Da igual que la Hoja de Ruta, que el presidente palestino, Mahmud Abbas, está cumpliendo con la reciente obtención de una tregua indefinida de las organizaciones terroristas, establezca también la obligación de congelar la expansión colonizadora en Cisjordania. Sharon se ha salido siempre con la suya, y, por ello, afirma, como en tantas ocasiones anteriores, que se adhiere a una hoja que sólo es papel mojado, mientras se desmiente a sí mismo por la vía de los hechos.

La única esperanza, no ya de paz, sino al menos de proceso para la misma, reside en Bush. Si Washington no es capaz de poner fin a esta charada interminable, las expectativas de paz entre israelíes y palestinos volverán allí de donde procedían. Al país de los sueños irrealizables.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_