"No creo que tenga un carisma especial"
Pregunta. ¿Cómo piensa desbancar al PNV?
Respuesta. Sumando mucha gente en un proyecto de cambio.
P. ¿Con una campaña a lo Santiago y cierra España, como en 2001?
R. No. Con una campaña Euskadi en España, España en Euskadi, y todos juntos.
P. ¿Le desborda el carisma?
R. Pues no. Para qué nos vamos a engañar. Yo soy el resultado de un trabajo colectivo. Pero no creo que tenga un carisma especial, no.
P. ¿Cómo se encuentra de políticamente irresistible de 1 a 10?
R. Con un 7 [ríe]. Un notable está bien.
P. ¿El Patxiplan mata, convence, triunfa?
R. No hay plan Patxi, no hay plan López, no hay plan Guevara tampoco, porque Euskadi no necesita planes con apellidos, sino llevar el nombre de todos. Hay planes mucho mejores en Euskadi, y la mayoría no tienen que ver con la política.
P. Cuente. Me temo lo mejor.
R. Bueno, generalmente se hacen en un buen ambiente, con amigos, y por la noche.
P. Sólo con amigos. Como siempre.
R. Ah, ha quedado muy vasquito, ¿verdad? Ja, ja, ja. Bueno, tampoco era eso.
P. ¿De pactar, mejor con el PP que con el PNV?
R. De pactar, mejor con la sociedad vasca. Yo quiero un Gobierno de coalición con los ciudadanos de Euskadi. Luego, ya veremos.
P. Políticamente hablando, es usted un hijo de papá, como Nicolás Redondo.
R. Bueno, también me lo he currado. Es que en el socialismo vasco se hereda el compromiso, posiblemente.
P. Su abuelo, portero de cine, no dejaba entrar a los chavales si no le daban cromos para usted. ¿Qué opina del chantaje?
R. De momento, que tengo la mejor colección de cromos de Euskadi. Pero no era chantaje. Era una invitación cariñosa.
P. Creo que en el cine se ponía siempre en la última fila. ¿Le cundió con las chicas?
R. No, porque me sentaba con mi abuela, a comer pipas.
P. ¿Desde entonces es rijosillo o ni frío ni calor?
R. No. Luego ya volví a otras filas y con otras mujeres. Y me fue bastante mejor. Yo soy muy cortadito, pero no he estado mal.
P. Era un experto en peleas con tirachinas. ¿Le ha sido de utilidad para llegar a la secretaría del PSE?
R. Bueno, en el partido socialista hemos tenido algunas peleas. Pero me ha sido más útil lo que pasaba después, que nos íbamos todos juntos a tomar algo.
P. ¿Qué le ha quedado de su otro abuelo, el contrabandista?
R. ¡Huy, contrabandista! Era un genio. Bueno, algún estraperlo sí que hizo. Me quedó la simpatía: la poca que tenga seguro que es de él. Y, a veces, la extravagancia.
P. Se encuentra extravagante.
R. En cosas del ámbito privado, que me parecen inconfesables.
P. Ya será menos.
R. Yo me he bajado la cuesta de mi calle montado en una nevera con mi cuadrilla, con 28 o con 36 años.
P. ¿Se practicaron detenciones?
R. La nevera acabó parada por la Guardia Civil. Ni siquiera por la Ertzaintza.
P. Fue dantzari durante 15 años. ¿Qué se bailaría con su rival María San Gil?
R. Pues ninguna danza vasca. En todo caso, a lo suelto. Poco arrimado.
P. ¿Y con Ibarretxe?
R. Primero, que aprenda a bailar. Que le he visto en algunas imágenes de televisión y es preferible no arrimarse. Y creo que tampoco se puede bailar suelto con él.
P. Mucho bailar, pero no acabó ingeniería. ¿Es de los que no podrá irse de la política porque a ver de qué come?
R. Seguro que encontraría algo. Yo he hecho de todo: poner discos en un bar, empapelar portales... No se me caen los anillos.
P. ¿Hay que ser muy chulo para presumir del puente colgante?
R. Posiblemente haya que haber nacido en Portugalete. Es el más elegante del mundo. Ahora hay una asociación de puentes colgantes y hemos visto absolutamente todos. Éste es el mejor.
P. ¿Va a arrasar en las elecciones?
R. No. Pero vamos a provocar el cambio en Euskadi.
PERFIL
Con 45 años, este candidato a 'lehendakari' suple su falta de práctica deportiva con su condición de socio de todo club de fútbol que vaya desde su barrio hasta Bilbao -el Portu, el Otxarkoaga, el Athletic-. Se confiesa melómano, coleccionista de vinilos y de CD y amante de la fotografía y la pesca.
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