Girona hará pagar a los constructores de un barrio el transporte público durante tres años
El sector Pla de Baix de Domeny está llamado a ser el último nuevo barrio de Girona, una ciudad que está agotando sus zonas de crecimiento urbano. El Ayuntamiento aprobó recientemente el plan parcial urbanístico de los terrenos, que comporta la construcción de 1.236 nuevas viviendas -de las que un 30% serán de protección oficial- en una zona de 252.000 metros cuadrados al noroeste del municipio. El concejal de urbanismo, Joan Pluma, destaca que la nueva zona de crecimiento incorpora importantes y novedosos criterios de sostenibilidad, entre los que sorprende la obligación de que los constructores sufraguen durante los próximos tres años el transporte público de la zona.
Pluma explicó que esta medida no tiene parangón en otros municipios y permitirá que los primeros habitantes de la zona puedan contar inmediatamente con un buen sistema de transporte que les conecte con otros lugares de la ciudad sin que resulte gravoso al consistorio. El concejal de urbanismo mantiene que con los tres años de margen establecidos el barrio puede tener ya suficientes habitantes para rentabilizar el servicio de autobús. La incorporación de placas solares, espacios privativos para bicicletas y desperdicios, una red de carriles-bici y la obligatoriedad de ventilación cruzada en los pisos se incluyen en el catálogo de demandas a los constructores, junto a otras medidas de eficiencia energética.
Reparto de viviendas uniforme
El Ayuntamiento está estudiando todavía los criterios de distribución sobre el terreno de las viviendas de protección oficial para intentar que queden repartidas de manera uniforme. El edil de urbanismo aseguró que el consistorio velará para evitar que estas viviendas se concentren en unos pocos edificios de baja calidad y no descartó que se escojan aleatoriamente pisos de todos los edificios del conjunto.
Los criterios de sostenibilidad del nuevo barrio han permitido que IC-Verds, socio de gobierno del PSC en el consistorio junto a ERC, votara a favor del proyecto. El concejal ecosocialista Joan Olòriz destaca que este barrio demostrará que existe una forma de urbanismo rentable para el constructor y respetuosa con la sostenibilidad. Olòriz añade que no se trata de un nuevo barrio "para ricos ecologistas", sino que ayudará a dibujar una "ciudad interclasista".
La fiebre constructora en que está inmersa la ciudad de Girona en los últimos años hace prever al consistorio que las primeras obras en el sector del Pla de Baix de Domeny se iniciarán en muy poco tiempo. Un 29,9 % del sector se dedicará a plazas, parques y jardines urbanos. También se han previsto diversas zonas de equipamientos todavía por definir.
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