"Putin debería pedirnos perdón"
Mujer de armas tomar, Vaira Vike-Freiberga dice que, aunque sus homólogos de Estonia y Lituania no asistan, ella viajará a Rusia para participar -el 8 de mayo- en la celebración del 60º aniversario de la victoria sobre los nazis, con la esperanza de que Vladímir Putin pida perdón por la tiranía que ese día impuso Josef Stalin sobre los países bálticos. A sus 68 años, esta dama de hierro letona, comparada mil veces con la británica Margaret Thatcher, culpa de que no haya más jefas de Estado y de Gobierno en Europa a "la falta de empuje" de las mujeres.
Pregunta. ¿Cómo entiende que sus colegas de las otras dos repúblicas bálticas no acudan a Moscú a celebrar el 60º aniversario del fin de la II Guerra Mundial?
"Iré a Rusia con la esperanza de invitar a Moscú a que mire a Europa sin las divisiones del pacto Ribbentrop-Molotov"
"A nosotros nos interesa mucho que nuestros vecinos del Este sigan un proceso democrático y de reformas económicas"
Respuesta. Mis colegas han tomado en cuenta el sentimiento de la población, que ve en el fin de la II Guerra Mundial el inicio de 50 años de ocupación, de opresión tiránica estalinista y de mucho sufrimiento. Yo, sin embargo, considero que es mejor invitar a Rusia a reconocer que esa situación fue ilegítima, para demostrar que la Rusia actual no es la Unión Soviética de ayer. Estamos en una Europa distinta a la liberada.
P. ¿Viaja a Moscú para que Rusia admita que fue ilegal la ocupación de los países bálticos?
R. Iré con la esperanza de invitar a Rusia a que mire a Europa, junto con los 25 países de la UE, de una manera diferente, sin las divisiones impuestas por el pacto Ribbentrop-Molotov [firmado en agosto de 1939 entre Alemania y Rusia para dividirse la influencia sobre Europa]. Rusia debe renunciar a esa división, respetar la solidaridad establecida entre todos los que ganaron la II Guerra Mundial, incluidos Estados Unidos y Canadá, y celebrarlo todos juntos. Rusia debe reconocer que la victoria fue sólo para la mitad de Europa. Para la otra mitad fue la tiranía.
P. ¿Pretende pedir a Putin que pida perdón por la ocupación?
R. Eso es lo que debería hacer. No me parece imposible pedírselo, pero no sé cuál será su respuesta. Gracias a Dios, ahora es cuando estamos en una Europa liberada.
P. Casi un tercio de la población de Letonia es rusa. ¿Cómo se integra en la nueva realidad?
R. El programa oficial pretende hacer entender a esta población que llegó en tiempos de la URSS que ahora vive en una Letonia libre, democrática, con una Constitución que establece el letón como lengua oficial, y cada ciudadano debe conocer esta lengua, al menos un poco. Hay algunos que insisten en que es injusto porque venían de un país donde todo el mundo hablaba ruso. Ellos deben entender que ese país ya no existe, que ahora están en Letonia, donde se habla letón.
P. ¿Estudia la posibilidad de expulsar a los que no quieran aprender letón?
R. Hay algunos que se van porque tienen familia en Rusia, pero las leyes rusas hacen muy difícil el retorno. Nosotros nunca contemplamos la expulsión, sólo la de los militares. El antiguo Ejército Rojo tenía 80.000 hombres acantonados en Letonia y, por medio de un tratado internacional, se fueron en 1994, aunque se quedaron unos 20.000 que dejaron el uniforme.
P. Usted fue, en 1999, la primera mujer del antiguo bloque soviético y de Europa del Este en ser elegida jefa de Estado. ¿Se considera un modelo?
R. El camino está abierto a las mujeres interesadas en la política. Sólo tienen que tomar las oportunidades que se les ofrecen, arriesgarse y dar un paso adelante en una sociedad en la que tanto hombres como mujeres están acostumbrados a que es el hombre el que tiene la autoridad.
P. Tras la revolución naranja en Ucrania y las elecciones democráticas de Moldavia, ¿cree que éstas y otras repúblicas ex soviéticas deben, como Estonia, Letonia y Lituania, ingresar en la UE?
R. Creo que ante todo se trata de una importante decisión política que necesita un esfuerzo decidido y el deseo generalizado de los pueblos de avanzar hacia la UE. A nosotros nos interesa mucho que nuestros vecinos del Este sigan un proceso democrático y de reformas económicas para que mejore la situación de sus ciudadanos.
P. ¿Debe la UE abrirles las puertas?
R. Me parece que no se les puede decir "no, nunca" antes de estudiar su situación. Si la Unión tiene una política de puertas abiertas como la que nos permitió entrar a nosotros, me parece que sería consecuente utilizar el mismo principio y admitirlos si cumplen las reglas sobre democracia, economía de mercado libre, justicia, y demuestran su capacidad de cumplir las reglas de la misma manera que los países miembros de la Unión Europea. Creo que debería considerarse seriamente su demanda de ingreso.
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