Colapso en las carreteras de la red principal por la Operación Salida

Los miles de conductores que decidieron iniciar las vacaciones el Jueves Santo de Semana Santa debieron colmarse de mucha paciencia. Las salidas y entradas a las grandes urbes como Madrid, Barcelona y Valencia estuvieron colapsadas desde primeras horas de la mañana. Cinco personas perdieron la vida el mismo jueves en cinco accidentes y 53 han fallecido desde el inicio de la Operación Salida el pasado viernes.

El Jueves Santo las procesiones empezaron para algunos antes de lo esperado. Desde las nueve de la mañana, aquellos que querían escapar de Madrid tuvieron que sufrir casi cien kilómetros de retenciones. Los que se dirigían al norte de la Península por la carretera de A Coruña, la A-6, fueron los peor parados, tanto el Miércoles como el Jueves Santo. Como mínimo, hasta el mediodía de ese primer día de vacaciones, sufrieron hasta 20 kilómetros de circulación lenta con paradas frecuentes y prolongadas a la altura de Collado Villalba. Una retención calificada de nivel rojo por la Dirección General de Tráfico (DGT). Las complicaciones en esta vía afectaron a la carretera de circunvalación M-50, en los kilómetros cercanos a la salida hacia la A-6. La situación se normalizó hacia las tres de la tarde.

También unos 20 kilómetros de atascos de nivel rojo tuvo por la mañana la autovía de Extremadura (A-5) a la altura de Navalcarnero.

Igual suerte padecieron los que se dirigían hacia la Comunidad Valenciana. La A-3 comenzó la mañana con retenciones de 20 kilómetros, a la altura de Villarejo de Salvanés. Tráfico habilitó a la una de la tarde un carril adicional y el atasco se fue reduciendo paulatinamente. Las provincias limítrofes a la Comunidad de Madrid también se vieron afectadas por importantes retenciones.

Problemas en la costa

A primeras horas de la tarde, los problemas circulatorios se trasladaron a los accesos a la costa, sobre todo en la Comunidad Valenciana. A las cuatro de la tarde, había 12 kilómetros de retenciones en la A-3 a la altura de Chiva, mientras la A-7 presentaba circulación lenta en nueve kilómetros a la altura de Paterna y cinco kilómetros en Montesa. En la A-7, a su paso por Orihuela (Alicante), hubo 10 kilómetros de atascos en dirección a Murcia.

A esa hora, en Santa Cruz de Tenerife, en la TF-2, se registró una gran congestión en sus dos primeros kilómetros.

En Cataluña, el jueves fue laborable, por lo que las retenciones comenzaron por la tarde, cuando la mayor parte de los catalanes iniciaron sus vacaciones. La autopista AP-7 registró el peor atasco, con 13 kilómetros de colas en el peaje de El Vendrell. Otro punto problemático se localizó en la Autovía A-2, donde a primera hora de la tarde se acumularon retenciones de ocho kilómetros entre Castellbisbal y Abrera (Barcelona), en sentido Lleida.

La AP-7 también fue conflictiva a su paso por La Jonquera (Girona), con colas de dos kilómetros en sentido Francia.

El jueves cinco personas perdieron la vida en las carreteras, entre ellos una niña de cinco años que falleció de madrugada cuando viajaba con sus padres por la carretera A-228, en Mora de Rubielos (Teruel). Sus padres resultaron heridos graves. También un motorista de 24 años falleció en un camino de Puebla Nueva. El resto de los accidentes mortales se produjeron en Cabanes (Castellón), Alcañiz (Teruel) y Pratdit (Tarragona).

El jueves por la noche, dos personas resultaron heridas graves al chocar un coche contra una loba en Torquemada (Palencia) y provocar el vuelco de otro automóvil.

En lo que al tiempo se refiere, las lluvias continuarán siendo la nota predominante esta Semana Santa en la mitad occidental de la Península y en algunos puntos del interior. Además, se esperan vientos fuertes en Galicia e islas Canarias.