La ultraderecha hace peligrar la validez de los comicios en la región de Roma
Las elecciones regionales del 3 y 4 de abril han generado un formidable embrollo legal en la ultraderecha italiana y en el Lacio, la región de Roma, pueden quedar anuladas. Los abusos de poder del gobernador romano, Francesco Storace, miembro de la posfascista Alianza Nacional (AN), y las firmas falsas aportadas como aval por su contrincante y enemiga, Alessandra Mussolini, nieta del dictador y líder de un grupúsculo escindido de AN por el lado ultra, arrojan grandes sombras sobre la validez de la votación.
El partido de Alessandra Mussolini fue excluido de las elecciones el pasado día 12 por avalar su candidatura con firmas flagrantemente falsas (algunos de los avalistas habían nacido el 31 de febrero). Mussolini inició acto seguido una huelga de hambre como protesta y presentó un recurso ante el Consejo de Estado que el martes fue admitido como válido. El alto organismo alegó un defecto de forma en la denuncia presentada por el gobernador Storace, que fue quien descubrió las actas fraudulentas de la Mussolini. Pero Storace, al parecer, hizo más que errar en las formas: ordenó a uno de sus empleados que se introdujera ilegalmente en los archivos informáticos del registro municipal para cotejar los nombres aportados por Mussolini. El Ayuntamiento, dirigido por el ex comunista Walter Veltroni, denunció a su vez a Storace.
Lo más probable es que, una vez celebradas las elecciones, se estime que Mussolini concurrió fuera de las normas y haya que repetir la votación en el Lacio, una de las principales regiones del país.
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