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Reportaje:

El 'código Caparrós'

El entrenador del Sevilla exige a sus jugadores que actúen sobre el campo al límite de lo permitido

"El míster nunca te dice que des patadas o que tienes que sacar los codos. Lo que sí que nos pide es que mantengamos una cierta rigidez defensiva, que juguemos en el límite. Está claro que en algún momento nos podemos pasar de esa raya, aunque nunca intencionadamente, pero nuestro trabajo profesional es seguir en ese límite porque es beneficioso para el equipo". El defensa sevillista Javi Navarro explicó sus obligaciones laborales con estas palabras en una entrevista junto a Pablo Alfaro publicada en noviembre de 2003 en EL PAÍS. El pasado lunes, un día después de que lesionara al mallorquinista Arango, Navarro también recordó que su manera de jugar entra dentro del concepto de su equipo: "Mi tónica va a seguir siendo defender a mi equipo y protegerme cuando crea que mi cuerpo va a salir perjudicado". Ambas afirmaciones dejan claro que el central sevillista no se considera otra cosa que un peón que, obviamente, hace lo que le ordena el capataz. Y Navarro tiene uno que, en las vísperas de algunos partidos, ha llegado a decir: "Me hierve la sangre roja".

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El responsable directo del estilo del juego sevillista es, obviamente, su entrenador: Joaquín Caparrós. Cuando se hizo cargo del conjunto sevillista, del que es forofo desde niño, en la temporada 2000-2001, en Segunda, Caparrós colocó los cimientos del equipo en la línea defensiva. Así, fichó a Pablo Alfaro y, ya en Primera, se trajo a Navarro para acompañarle. El eje de la zaga se convirtió así en la esencia del conjunto, en la inspiración y ejemplo para los demás. No les estaba permitido fallar nunca, su responsabilidad siempre ha sido extrema e, inevitablemente, sus acciones también. Además, el juego de la defensa también se ha ido radicalizando a medida que han ido menguando las facultades físicas de sus intérpretes.

El entrenador sevillista siempre ha presumido de la fama de dureza de su zaga. Caparrós convierte las críticas a Alfaro y Navarro en elogios que, a su juicio, tan sólo confirman su logro a la hora de diseñar un equipo difícil de vencer. El jugador del Numancia y ex sevillista, Tevenet, reiteraba el martes: "Caparrós inculca agresividad, pero hasta donde marca el reglamento". La falta de forma, las urgencias para hacerse con un puesto o una multitud de situaciones coyunturales pueden llevar al jugador a sobrepasar ese límite en el que le exige su técnico que se desenvuelva. Y es que Caparrós ha llegado a reprender a Aitor Ocio por no ofrecerse para jugar cuando aún estaba de baja médica y sufría mareos por un golpe en las cervicales en el partido frente al Barça en el Pizjuán. Mucha presión para caminar sobre un filo.

De lo que no cabe duda es de que la actitud de la zaga sevillista está mas que bendecida tanto por el club como el entrenador. Alfaro pasó a ser la imagen del equipo de cara al exterior. "Es nuestro líder", gritan aún bastantes aficionados sevillistas y hasta el presidente, José María del Nido, se enfundó la zamarra con su nombre en un amistoso. Así, cualquier crítica sobre las acciones de Alfaro se vendían inmediatamente como agresiones a la entidad.El límite de lo legal no significa delito alguno, pero sin duda se está más cerca de él.

El entrenador del Espanyol, Miguel Ángel Lotina, opinó sobre este perfil del juego sevillista y emplazó al conjunto andaluz a que reflexione "Para mí, lo que pasó el domingo, a pesar de la gravedad, porque las imágenes del partido fueron de las más graves que he visto, fue un hecho puntual. En el fútbol hay aspectos puntuales y otros que ocurren porque se ven venir. El Sevilla tendría que reflexionar por qué no todo el mundo da este aspecto como puntual".

Por otro lado, en Sevilla, Pablo Alfaro ofreció ayer su versión: "Vivimos en una sociedad en la que se saca todo mucho de quicio, pero ni al peor violador, ni al peor maltratador de mujeres, ni al peor terrorista se les trata y se les lincha públicamente como se está tratando a Javi Navarro". La vehemencia de Alfaro ha sorprendido después de que éste se quejara de haber sido incluido en algunas de las opiniones o análisis de los medios sobre la lesión de Arango.

También opinó sobre el asunto otro compañero de Navarro, Darío Silva, que desde la concentración de la seleccíon uruguaya dijo: "No es solo Javi quien juega fuerte. El juego de todo el Sevilla es fuerte, de hombres, entrenamos de la misma manera y no cambiaremos". Caparrós no ha hecho declaración alguna sobre los sucedido en el campo del Mallorca y no lo hará hasta la próxima semana.

Joaquín Caparrós da instrucciones durante un entrenamiento del Sevilla.
Joaquín Caparrós da instrucciones durante un entrenamiento del Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

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