Raymond Chan: "Fabricamos tecnología para un nuevo estilo de vida"
El fundador de IDT y dueño de Oregon Scientific lleva 27 años integrando las pantallas de cristal líquido en productos electrónicos de gran consumo - "El objetivo es que cada hogar tenga dos artículos nuestros"
Raymond Chan tenía 28 años cuando viajaba por Europa con una maleta cargada de trastos, y con Shirley, su mujer. El ingeniero Chan había trabajado dos años en Silicon Valley, pero regresó a su patria, Hong Kong, para aplicar en productos de consumo la tecnología que había visto. "Mi pasión era, y es, crear productos que mejoren la vida de la gente".
Casi manualmente, Chan diseñó y fabricó prototipos de despertadores que mostraban las hora en números en una gran pantalla de cristal líquido (LCD). Los cargó en su maleta y viajó a Europa en busca de clientes. Uno de los primeros que creyó en él fue Jack Heuer, el de los relojes suizos TAG.
Chan creó la empresa IDT (tecnología de pantalla integrada), dedicada a incorporar las pantallas de cristal líquido a productos de consumo personal. Primero fueron los despertadores, pero año tras año se fueron ampliando a otros campos, especialmente con la asociación de la firma americana Oregon Scientific, que Chan acabó comprando. Veintisiete años después Chan -y su mujer Shirley, vicepresidenta del grupo- está consiguiendo su sueño de que la gente compre productos electrónicos que significan un estilo de vida. Oregon Scientific representa la electrónica de capricho.
Pregunta: Usted fue el primero en aplicar las pantallas de cristal líquido a los objetos cotidianos de las personas, como el despertador. ¿Esta aplicación sigue siendo actual, 27 años después?
Respuesta: Ayer, para llegar a España, hice escala en París. Pasé por la terminal de Air France y vi que sus pantallas eran unas que les había vendido hace 15 años. Me llevé una alegría.
P: Anualmente comercializan 150 nuevos productos. ¿No son demasiados?
R: Exactamente uno por cada dos días laborables. No son demasiados si pensamos que hay productos para el deporte, la salud, el trabajo, la educación o el mundo multimedia.
P: Sin embargo no tienen modelos del aparato más vendido del mundo: el móvil.
R: Hay demasiados haciendo lo mismo. Es más interesante sacar accesorios que giran su alrededor.
P: ¿Un aparato Oregon Scientific en cada hogar?
R: Es más que eso: dos. Queremos artículos nuestros en cada habitación y para cada actividad: te levantas con un despertador; en el baño tienes un peso; vas al gimnasio con el MP3... Y para cada edad, del juguete del niño al tensiómetro del abuelo.
P: Su éxito es convertir los artículos electrónicos en artículos de regalo, pero tienen el riesgo de que no son de primera necesidad. ¿De ahí los diseños de Philippe Stark?
R: Realmente la iniciativa no fue nuestra. Resultó que Stark era un fan. En su casa tenia cinco o seis productos de Oregon Scientific y la colaboración fue algo natural.
P: ¿Habrá más colecciones de diseñadores?
R: Somos muy selectivos. Con Stark funcionó muy bien y también con Ferrari, porque, como nosotros, es una marca que significa estilo de vida, diseño y tecnología.
P: Ferrari y Stark son nombres mundiales. ¿Es la clave?
R: En los 70 me compré en España una bolsa de Loewe; en Estados Unidos nadie conocía la marca. Hoy es muy distinto. Puedes dar la vuelta al mundo en 24 horas; 35 millones de americanos vienen a Europa y los europeos a América. El mercado es global, uno. Oregon Scientific ya está en 60 países y es una de esas marcas globales.
P: ¿No hay competencia?
R: En algunos sectores somos únicos, como en las estaciones meteorológicas; donde hay otros nos introducimos de otra manera, con productos singulares. Es el caso del MP3 sumergible o la cámara más delgada del mundo. Nuestra clave es dar un signo de distinción.
P: ¿Dando la temperatura?
R: No es sólo una cuestión de resolver una necesidad. Fabricamos tecnología para un nuevo estilo de vida.
P: ¿En el futuro habrá coches con su marca?
R: No. El mayor potencial está en los objetos de uso diario, en los objetos de la casa. En septiembre estrenamos uno para unificar el sistema multimedia del hogar. Sorprenderá.
Del Walkman al iPod, 'trastos' que cambiaron el mundo del regalo
En julio de 1979 Sony estrenó en Japón el primer aparato móvil de música. Por primera vez en la historia podía ser oída con calidad estéreo en cualquier lugar a cualquier hora. El Walkman TPS-L2 es el padre de todo lo que vendría después. Sin embargo hoy, con el MP3, Sony no juega en la primera liga. Cosas de la historia.
Los 80 son para la Gameboy, que nació en 1989. Era tan fea como muestra la foto, pantalla monocromo y dos botones, pero se llevaba en el bolsillo para jugar en cualquier sitio. Con cerca de 200 millones vendidas, la Game Boy hizo historia en el videojuego.
El teletrabajo dio un gran paso en los años 90 con la Palm Pilot (1996) de Jeff Hawkins. El impacto de esta pequeña agenda electrónica causó que la empresa se desagajara (de US Robotics en PalmOne y Palm). No fueron los inventores, antes existieron la Psion europea, la japonesa Zaurus y hasta la Newton de Apple. Pero sólo Hawkins estaba en el momento exacto con el producto exacto, tras varios proyectos fracasados. Una agenda ligera, sencilla y barata.
El impacto fue tal que nació un nuevo mercado, el de las PDA. Desde el año pasado, el sector de la agenda electrónica va cayendo en favor del móvil que integra teléfono, agenda y correo electrónico, el llamado smartphone.
Los dos mil son para el iPod. En esta ocasión Apple sí que estuvo en el momento oportuno con el producto oportuno. De hecho, nadie se acuerda que el primer reproductor móvil de música en MP3 era de Rio (1998). El iPod, a diferencia de los otros gadgets, es un aparato caro, pero se ha convertido en el icono de la nueva forma móvil de escuchar y reproducir la música, como en los orígenes fue el Walkman.
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