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De Aizpuru dimite como directora de la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla

La impulsora del evento expresa su "desacuerdo" con la fundación

La directora de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla y principal impulsora de este evento cultural, Juana de Aizpuru presentó el martes su dimisión en una carta enviada a la fundación que gestiona la bienal, que completó su primera edición a finales del año pasado. De Aizpuru manifiesta en esa misiva su "completo desacuerdo" con decisiones del presidente de la fundación, Fernando Franco, y de parte de la comisión ejecutiva.

Juana de Aizpuru fue también la fundadora, a principios de los años ochenta, de la principal feria internacional de arte contemporáneo de España, ARCO, que se celebra en Madrid. Mantuvo abierta durante más de 30 años una reputada galería de arte en Sevilla, que tuvo que cerrar en 2002. A partir de ahí, centró su atención en levantar el proyecto de crear una bienal de arte contemporáneo en la capital hispalense, objetivo que logró en otoño de 2004. El crítico de arte suizo Harald Szeemann, recientemente fallecido, fue el encargado de seleccionar a casi 70 artistas y de reconvertir el espacio que ocupa el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Monasterio de la Cartuja, en sede de la bienal.

Apenas tres meses después de que la bienal cerrase las puertas de su primera edición, Juana de Aizpuru ha decidido presentar su dimisión ante la fundación que gestiona el evento. La directora de la Bienal justifica su decisión en su "completo desacuerdo con el presidente y parte de la Comisión Ejecutiva respecto de cómo se están realizando las gestiones y adquiriendo compromisos de diversas consideración, de los cuales me tengo que enterar por los periódicos ya que no han sido tomados en ninguna reunión de la Comisión Ejecutiva ni del Patronato de esta fundación", según informaba en su edición del miércoles Diario de Sevilla.

En enero, el presidente de la fundación, Fernando Franco, expuso la necesidad de ponerse en contacto con instituciones públicas para asegurar un mayor respaldo financiero al evento que registró 40.000 visitas. La fundación logró el respaldo de 26 empresas y, fundamentalmente de la caja de ahorros San Fernando, pero aún así, tuvo que pedir un crédito a ocho años de 600.000 euros para equilibrar las cuentas. En esa conferencia de prensa, Juana de Aizpuru, ya advirtió que la entrada de las administraciones no debía condicionar la "independencia" de "una fundación privada". "El éxito que ha tenido la bienal, no sólo de público, sino también de crítica a nivel internacional, nos demuestra que éste es el modelo a seguir en el futuro. La sociedad tiene que hacerse cargo del desarrollo de la cultura y el papel de las instituciones es apoyarla", apuntó entonces la galerista.

Sin embargo, las gestiones realizadas por Franco con el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta (que pusieron el 20% del presupuesto de la bienal) ya admitían la posibilidad de ir a un modelo "mixto". De hecho, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Marset, se mostró favorable a comandar una operación pública para hacerse cargo del crédito de 60.000 euros siempre que una reforma jurídica de la fundación permitiera a las administraciones mayor poder de decisión.

Esa orientación y la pérdida de peso de la galerista en algunas decisiones de la fundación han motivado la renuncia de la directora de la bienal. Una decisión que De Aizpuru quiso comunicar "a todos los miembros de dicha comisión ejecutiva y del patronato" a través de la carta enviada al secretario de la fundación.

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