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CRÓNICAS DEL SITIO
Columna
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La conjura de los "coitaos"

Anda el patio revuelto con la decisión que deberán tomar los jueces acerca de si permiten presentarse a las elecciones vascas a "todas las opciones". Más exactamente, si permiten presentarse a una opción que se llama a sí misma con el inclusivo nombre de "Todas las opciones".

El nombre de esta candidatura responde al mismo afán omnímodo que alienta al lehendakari cuando llama a sus votantes "todos los vascos y las vascas". Ahora dispondremos de todas las opciones en una papeleta. Entonces los jueces deberían decidir más bien si permiten presentarse a los demás partidos. Porque existiendo una papeleta que representa a todas las opciones ¿para qué se necesitan más?

Aunque ¿quiénes son esas personas que pretenden pedirnos el voto de manera tan insensata? Este es un país tan pequeño que no cabe en el mapa y por eso anda siempre pretendiendo desbordarse. Aquí nos conocemos todos, salvo el consejero de Justicia, que, por puro desconocimiento, se ha creído lo de la agrupación de "todas las opciones". Y nos ha advertido que si no les dejan presentarse a las elecciones, acabarán sacando de la competición a los socios del Athletic, del Alavés y de la Real. Lo que nos faltaba; que también las peñas se presenten a las elecciones. Pero, después de todo, ¿Qué hay de malo en ello?

Cuando ETA inventó a Batasuna lo hizo a la vista de todo el mundo. Entonces se lo permitieron con la esperanza de que el brazo político acabase traicionando al brazo armado. Pero el brazo armado había aprendido la lección y no estaba dispuesto a acabar autodisuelto como los polimilis. Por eso Batasuna no ha pasado de ser un brazo en cabestrillo, sometido a la autoridad, militar por supuesto.

Y cuando el brazo ha dejado de servir, han sacado otro y otro más. Y aún sacarán los que hagan falta porque brazos les sobran como a un pulpo. Esto lo sabemos todos y todas. Otra cosa es que nos guste mirar para otro lado y hacernos los remilgosos. O, para decirlo en bilbaíno: los "coitaos".

Un "coitao" es un pobre diablo inofensivo, según el Lexicón del bilbaino neto de 1896. Qué mejor mascarita para ETA cuando ya no asusta la capucha con agujeros de ojos malos, ni engañan las chaquetas de Adolfo Domínguez que se nos ponía Arnaldo. Se sacan de la quinta fila de la "mani" a unos cuantos infelices que a la primera pregunta contestan: "¿Es a mí? Si no estuviera aquí estaría preparando mis vacaciones". O sea, que pasaban por ahí y les han enrolado.

"Coitaos, siempre coitaos, pero con el cuchillo en la mano". Lo dijo Don Tejón hace un siglo. Con la actual división del trabajo, del cuchillo se ocupan otros, es decir, los que venían ocupándose, los de la capucha.

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