Carta a Telemadrid

Lo que hicieron no tiene nombre. Yo les financio con mis impuestos. Su especial 11-M fue todo un ejemplo de cómo manipular la información de manera burda y además macabra (no se puede empezar así un programa con una llamada de un móvil a través del cual se oye el estallido de una de las bombas, gritos y luego el silencio; ¿no tienen ustedes un mínimo de sensibilidad?; ¿y si sus familiares reconocen la voz que sale de ese teléfono?).

Por favor, dejen de estafar a la gente y de manipular la información ¡que están en una cadena pública, por Dios! Hagan todo esto en una cadena privada, pero no malgasten mi dinero en tratar de engañar a la gente. ¿Cómo puede un medio de comunicación cometer la simpleza de acusar a otro de influir tanto en la gente?; ¿se creen ustedes que somos imbéciles?, ¿creen que la gente se mueve y piensa según le dicta uno u otro medio de comunicación?; ¿por qué no pusieron la disculpa pública del jefe de informativos de aquella cadena de radio, en la cual ustedes ven al diablo, afirmando que se equivocaron y pidiendo disculpas porque no se cotejó más la noticia de los terroristas suicidas?; ¿por qué no pusieron el resto de las informaciones que dio esta cadena y que todas, absolutamente todas, excepto la única que ustedes citan hasta la saciedad, resultaron ser verdad? Por favor, ¿cómo pueden seguir llamándose periodistas si atentan de esta manera contra la libertad de prensa?, qué poco rigor en todo, qué pantomima de las manifestaciones silenciosas.

No quedará impune el que ustedes nos llamen a todos garrulos y sepan que no ganó nadie en las elecciones del 14-M, que sólo hubo un partido que acabó con la paciencia de mucha gente en España y que la gente de la calle iba 3.000 kilómetros por delante de la de cualquiera de los partidos políticos españoles, igual que sucedió en el Prestige, en la guerra de Irak, en el PHN, por mucho que les pese a los políticos de uno y otro signo.