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Pakistán prueba con éxito un nuevo misil con capacidad nuclear y 2.000 kilómetros de alcance

Al menos 35 muertos tras explotar una bomba en la provincia paquistaní de Beluchistán

En pleno auge de la llamada diplomacia del cricket - que permitirá al presidente Pervez Musharraf viajar a India en abril para asistir a las finales de una competición deportiva que despierta pasiones en los dos países-, Pakistán probó ayer con éxito un misil balístico tierra-tierra con capacidad de carga tanto convencional como nuclear. El misil Shahin-2 tiene un alcance de 2.000 kilómetros, lo que significa que todo el territorio indio se encuentra bajo su radio de destrucción. Sin embargo, los vientos favorables que soplan entre los viejos enemigos frenaron la reacción airada de Nueva Delhi, que, por primera vez, fue advertida de la intención de su vecino de lanzar un misil de prueba.

Los expertos señalan que India y Pakistán han fabricado varias decenas de cabezas nucleares desde que en agosto de 1998, India e inmediatamente después Pakistán, sorprendieran al mundo con una explosión atómica. Ambos países siguen enzarzados en la disputa por la soberanía de Cachemira, causa directa de dos de las tres guerras que les han enfrentado desde la independencia del imperio británico en 1947. En 2002 las dos potencias nucleares volvieron a tocar tambores de guerra, aunque, tras varios meses de alta tensión, lograron frenar la escalada bélica.

Musharraf felicitó ayer a la comunidad científica paquistaní por sus logros y destacó: "La capacidad nuclear de la nación, que goza de un amplio consenso popular, ha sido desarrollada para garantizar la seguridad de Pakistán y seguirá teniendo la más alta prioridad nacional".

India ya probó con éxito en 2003 su misil balístico Agni II, con 2.500 kilómetros de alcance y que, como el Shahin-2, tiene capacidad para portar cabezas tanto convencionales como nucleares.

"El presidente ha reafirmado la política de Pakistán de reforzar sus necesidades mínimas de disuasión, así como su adhesión estricta al principio de no proliferación", declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores en Islamabad. Con ello pretendía atajar las críticas de la comunidad internacional a la ayuda prestada por Abdul Qadir Jan -el padre de la bomba atómica paquistaní- a Corea del Norte, Irán y Libia para que se doten de estas armas.

Las relaciones entre Islamabad y Nueva Delhi atraviesan desde hace un año por un periodo de deshielo que ha permitido reducir considerablemente el número de soldados desplegados a lo largo de la frontera común.

Por otra parte, anoche una bomba hizo explosión en un santuario chií en la localidad de Naseerabad, a unos 350 kilómetros al sur de Quetta (sureste de Pakistán) donde estaban concentradas numerosas personas. Al menos 35 personas murieron y unas 40 resultaron heridas. Quetta es la capital de la región paquistaní de Beluchistán, fronteriza con la región afgana de Kandahar, feudo del despuesto régimen talibán y también de un movimiento independentista con respecto al Gobierno pakistaní.

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