Muy cómodo para todo
El Murano es un todoterreno grande y moderno que, aunque puede circular por pistas de tierra, está pensado para el asfalto. Prima el comportamiento en carretera por encima de las aptitudes 4×4 en el campo, y permite viajar con un confort notable porque es muy amplio por dentro, está bien aislado y filtra las irregularidades sin que se noten dentro.
Potencia y consumo elevados
Una de las carencias del Murano es la falta de un turbodiésel. Sólo se vende con el motor 3.5 V6 del deportivo 350 Z, aunque con la electrónica modificada para mejorar la fuerza a bajo régimen que reduce la potencia de 280 a 234 CV.
Lleva un cambio automático por variador continuo, como el de los ciclomotores, con seis marchas y accionamiento secuencial, que, sin embargo, es su principal punto débil. En conducción tranquila funciona bien, porque actúa con gran suavidad y resulta cómodo, sobre todo en ciudad y para viajar a punta de acelerador. Pero cuando se necesita más potencia y se acelera con decisión -en subidas o al adelantar- muestra sus carencias frente a otros automáticos modernos: patina demasiado, aumenta la sonoridad y, sobre todo, responde con más pereza reduciendo el brío y las prestaciones. Al margen de este detalle, el motor es elástico desde muy bajo régimen y se estira con soltura hasta las 6.000 vueltas. Permite viajar con mucho desahogo, incluso a plena carga, pero asumiendo unos consumos bastante altos: en conducción suave es difícil bajar de 12 litros y supera con facilidad los 15 y 16 cuando se estiran las marchas, en ciudad y en el campo.
Estabilidad sorprendente
El punto fuerte del Murano es el comportamiento dinámico en asfalto y su eficacia y comodidad para viajar. A pesar de su voluminosa carrocería es muy fácil de conducir, se maneja con dos dedos y resulta ágil incluso en ciudad, donde lleva una cámara trasera muy práctica para aparcar.
Sorprende su estabilidad en carretera porque apenas acusa las inercias, balancea muy poco en las curvas y se agarra muy bien. Y en carreteras amplias y autopistas navega sobre el asfalto como si flotara, filtra todo sin inmutarse y circula con un aplomo que da seguridad. Pero lo más meritorio es que combina estas virtudes con un confort y silencio de marcha muy elevados, casi a la altura de una buena berlina de lujo. El equipo de seguridad, con ESP y unos buenos frenos con ABS, está a la última y evita los sustos.
El sistema de tracción 4×4 es electrónico y funciona correctamente. Sólo permite bloquear el diferencial central para salir de algún apuro en el campo, porque no está pensado para situaciones extremas: la limitada altura al suelo y los neumáticos de asfalto no permiten afrontar complicaciones en conducción 4×4. Pero responde bien en caminos y pistas, absorbe todo sin perder el confort y transmite sensación de solidez.
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