Un 4×4 futurista pensado para la carretera
Reúne una estética vanguardista, mucho espacio y una mecánica poderosa, aunque sólo en gasolina. Y un comportamiento en carretera a la altura de una buena berlina para viajar con confort y seguridad. El Nissan Murano es un todoterreno de diseño imponente que recoge los gustos del mercado norteamericano. Impacta por su línea deportiva y futurista, y compite con los 4×4 de prestigio: BMW X5, VW Touareg, Volvo XC 90... Pero presenta algunas carencias para triunfar en Europa, como unos precios altos (46.960 euros), una imagen de marca menos exclusiva que sus rivales y la ausencia de un motor turbodiésel.
Línea impactante
Aunque no será nunca un superventas en Europa, el Murano es un coche importante para Nissan porque muestra con claridad su cambio de estrategia tras aliarse con Renault. La marca japonesa lleva décadas fabricando modelos fiables y técnicamente avanzados, pero con unos diseños impersonales que, aparte de no reflejar la calidad de su ingeniería, han hecho caer las ventas, sobre todo en Europa. El Murano, como el deportivo 350 Z hace unos meses, supone una ruptura que anticipa la nueva personalidad de la marca.
La carrocería sorprende por su poderío estético y refleja las tendencias de los crossover o modelos mestizos, que combinan soluciones de varios tipos de coches. En este caso, un 4×4 grande de 4,77 metros, como un Touareg, pero con una línea muy original que fusiona el estilo sólido de los todoterrenos y los trazos sugerentes y musculosos de los deportivos. Destaca el frontal, con el capó y el parachoques formando un arco que se funde con las aletas delanteras. Y llama la atención la parrilla tipo panal de abeja, una de sus señas. En el lateral se impone la cintura alta y ascendente de las puertas, que, con las aletas resaltadas, realzan su deportividad. Los pilotos traseros y el diseño abombado de la zaga terminan de definir un 4×4 vanguardista con mucho carácter. El resultado es un todoterreno estilizado que transmite aplomo y dinamismo para ofrecer el comportamiento y el confort de las berlinas. Pero tiene una tracción 4×4 electrónica que permite recorrer pistas de tierra, aunque con menos garantías que los todoterrenos clásicos por su menor altura al suelo y porque no lleva reductora.
La comodidad de las berlinas
Aunque tiene aspecto de todoterreno, el Murano aspira a convertirse en la alternativa moderna a las grandes berlinas clásicas, cada vez con menos éxito entre las familias jóvenes. El interior busca ofrecer las mismas comodidades.
La arquitectura de la carrocería resulta ideal para lograrlo porque, aparte de ofrecer un acceso más cómodo, gracias a la mayor altura de las puertas, aporta una anchura notable que permite habilitar unas plazas más desahogadas. Delante cuenta con unos buenos butacones regulables electrónicamente. Atrás hay mucho espacio para las piernas y se puede regular la inclinación de los respaldos. Cuenta con un maletero grande y muchos huecos: apoyabrazos central con un cofre interior enorme, bandejas en las cuatro puertas, dos posavasos junto al cambio y dos más en el apoyabrazos trasero, repisas sobre el salpicadero...
Por lo demás, el diseño es muy moderno, con materiales de calidad y adornos metalizados que realzan el conjunto. Además, está bien acabado y tiene unas suspensiones cómodas y eficaces que, junto con una insonorización impecable, aportan todo lo necesario para viajar con el máximo confort.
Versión única muy bien equipada
Otra gran baza del Murano para reforzar sus armas frente a las berlinas grandes es un equipo de serie muy completo. Se vende en versión única con un motor 3.5 V6 de gasolina y 234 CV, cambio automático secuencial de seis marchas y tracción 4×4. Incluye un buen equipo de seguridad, con seis airbags, ABS y ESP, y todas las comodidades, como climatizador, asientos eléctricos de cuero con memoria, faros bixenón..., e incluso detalles exclusivos, como navegador, techo eléctrico, pedales regulables, cámara para aparcar y cinco años de garantía.
Conclusión
El Murano es un todoterreno de carretera que ofrece las comodidades de las berlinas grandes en un envoltorio diferente. Tiene una línea muy moderna, un interior desahogado y un equipo de serie sobresaliente. Cuenta con un potente motor de gasolina y unas suspensiones cómodas y eficaces para viajar. Pero los precios son demasiado altos para una marca popular.
MODERNO Y ESPACIOSO
El Murano sigue las tendencias de moda en Estados Unidos y aplica un diseño interior muy moderno que conserva el aspecto sólido de los todoterrenos, pero con un toque futurista que le distingue de los 4×4 europeos de prestigio. Las diferencias se aprecian en los trazos rectos del cuadro de instrumentos, los brazos del volante y en todos los detalles cromados en tono mate repartidos por el habitáculo. Y se mantienen en la consola central, que integra una pantalla para recoger las imágenes de la cámara situada sobre la matrícula trasera, que ayuda a aparcar. Entre las soluciones más prácticas destacan las plazas traseras, que, aparte de ofrecer mucho espacio para las piernas, llevan el respaldo dividido en dos partes, y cada una permite regular por separado la inclinación. Así, en la posición más recta se amplía el maletero y en la más inclinada se puede echar una cabezada.La funcionalidad interior se completa con un maletero generoso que puede llegar hasta los 877 litros abatiendo por partes los respaldos posteriores. Además, el piso queda plano para facilitar la carga. El diseño de la zaga es muy vanguardista y cuida la aerodinámica. La zona inferior incluye una protección plástica con las dos salidas del escape, una a cada lado.
MENOS CARO Y MEJOR EQUIPADO
Los precios del Murano son un poco más asequibles que los de los todoterrenos equivalentes de gasolina de las marcas de prestigio. Además incluye un equipo de serie algo más completo y sofisticado que busca compensar la imagen más popular y menos exclusiva de Nissan en España frente a competidores con mayor pedigrí.
El nuevo 4×4 japonés es 1.300 euros más barato que un Lexus RX 300, pero la diferencia sube a casi 3.000 si se compara con el BMW X5, y roza los 5.000 frente a los VW Touareg 3.2 V6 y Volvo XC90. Salvo el último, que puede incluir en opción una tercera fila de asientos, todos tienen cinco plazas, motores seis cilindros y un buen equipo de serie, con seis airbags, ESP y todo lo habitual. Pero el Nissan añade detalles extras que marcan la diferencia, como tapicería de cuero, faros de xenón o cámara trasera con pantalla para ayudar a aparcar.
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