Ningún juez de Cataluña quiere ir a los juzgados de violencia doméstica

La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña informó ayer de que, después de consultar a las juntas de jueces de toda Cataluña, ha constatado que en esta comunidad no existe ningún juez que, voluntariamente, quiera asumir las competencias de los nuevos juzgados de violencia doméstica que se pondrán en marcha el 29 de junio en aplicación de la Ley Integral sobre la Violencia de Género.

Las previsiones son que dentro de tres meses entren en funcionamiento en las principales ciudades españolas 16 juzgados de nueva creación específicamente para violencia sobre la mujer. Dos de ellos corresponderán a Barcelona. En el resto del territorio se asignará esa función a un juzgado de instrucción o de primera instancia e instrucción en cada uno de los 48 partidos judiciales de Cataluña.

Maria Sanahuja, juez decana de Barcelona, explicó ayer que la oposición de sus compañeros "y de muchos otros del resto de España" a ir a esos juzgados está motivada "porque no podemos decidir sobre una denuncia de malos tratos sin tener todos los datos para justificar nuestras decisiones". "Los jueces no somos psiquiatras y se nos pide una respuesta rápida sin tener apoyo de profesionales; aunque en Barcelona se nos facilitarán trabajadores sociales", dijo Sanahuja.

Por su parte, la vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica, Montserrat Comas, censuró la decisión de la Sala de Gobierno y cuestionó su veracidad. "Hasta que no salgan las plazas a concurso no puede decirse que no quiera ir ningún juez".

La Sala de Gobierno del TSJC también reclama que se cree un tercer juzgado en Barcelona, porque los dos previstos se saturarán enseguida y sea juez de violencia el de menos antigüedad. Comas recordó que el Poder Judicial todavía no ha decidido los criterios que se seguirán.