El compositor y director Carles Santos logra tres Max por su última ópera

Hubo sorpresas en la gala de entrega de los VIII Premios Max de las Artes Escénicas, que anoche se celebró en el teatro Buero Vallejo de Guadalajara. La principal, que fueron unos premios muy repartidos. El galardón al mejor espectáculo recayó en Sobre Horacios y Curacios un montaje del teatro de la Abadía. Y Carles Santos, uno de los grandes ausentes de la ceremonia, obtuvo tres Max (entre ellos, mejor espectáculo de teatro musical) por su ópera El compositor, la cantante, el cocinero y la pecadora. Rosa María Sardá logró el Max a la mejor actriz por su trabajo en Wit.

Carles Santos fue uno de los grandes ausentes junto con Fernando Fernán-Gómez (que por tercer año consecutivo se lleva el Max al mejor autor teatral); Miguel Narros (mejor figurinista) o Héctor Alterio (mejor actor por Yo, Claudio). El momento cálido de la noche lo protagonizó José María Rodríguez Méndez al recoger el Max de Honor. En total se entregaron 24 premios que conceden los propios profesionales del mundo del teatro y la danza a sus compañeros bajo el manto organizador de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

Sobre Horacios y Curiacios, adaptación de Hernán Gené de una de las piezas didácticas que escribió Bertolt Brecht en 1934 inspirada en la lucha contra el nazismo, se impuso a La cena y El método Gronholm. Rosa María Sardá recibió el premio a la mejor actriz por su trabajo en Wit. La actriz, visiblemente emocionada, señaló: "No entiendo por qué el teatro no está mejor tratado en este país. Con esta obra he recobrado una fuerza que pensaba había perdido".

José María Rodríguez Méndez recogió el Premio de Honor (un reconocimiento que ya han logrado Francisco Nieva, Alfonso Sastre, Buero Vallejo, Adolfo Marsillach, Antonio Gala y José Tamayo) ante un auditorio puesto en pie. "Lo que siempre he sido es un farandul", dijo al recoger un galardón que se le concedió en reconocimiento a "su vasta aportación al teatro español".

Carles Santos, que no pudo asistir, fue el más premiado de la noche. Se hizo con tres estatuillas: composición, dirección y mejor espectáculo de teatro musical por El compositor, la cantante, el cocinero y la pecadora. Le siguió, en número de galardones, Eva La Yerbabuena. Logró dos (mejor espectáculo e interpretación de danza) por A cal y canto.

La VIII gala de los Premios Max estuvo muy repartida: Josep Maria Flotats (mejor dirección de escena por La cena); Elisa Sanz (mejor figurinista por El rey se muere); Kiko Planas (iluminación por El método Grönholm ); José Luis Alonso de Santos (adapatación teatral por Yo Claudio); grupo Axioma de Andalucía (mejor espectáculo revelación); Pluja Teatre (mejor espectáculo infantil); Pentación Espectáculos (mejor empresario); Juan José Otegui (mejor actor de reparto); Angels Bassas (mejor actriz de reparto)...

La VIII edición contó con el director escénico Sergi Belbel, que utilizó como hilo conductor la historia del teatro español desde el Siglo de Oro y al omnipresente protagonista cultural del año: don Quijote.

Las estatuillas de los Max (una manzana con antifaz hecha en bronce y diseñada por el desaparecido Joan Brossa) fueron entregadas por rostros conocidos como Julieta Serrano, Juan Echanove, Chicuelo, Verónica Forqué, Mario Gas, María Jesús Valdés, Magüi Mira, Paz Padilla, Vicky Peña, Blanca Portillo, José María Pou, Constantino Romero, María Jesús Valdés, Eva la Yerbabuena o Ana Diosdado, presidenta de la SGAE que entregó el Premio de Honor junto a la ministra de cultura, Carmen Calvo.