Flores y silencio por las víctimas del 11-M

El recuerdo de las víctimas de hace un año en la matanza terrorista perpetrada en Madrid paralizó a mediodía de ayer el ritmo de las calles. El silencio ciudadano rindió homenaje a los muertos y a sus familiares. En Valencia, donde se suspendió la mascletà y todo el programa de las actividades previas a Fallas, el Ayuntamiento, las Cortes Valencianas, instituciones de todo tipo y, sobre todo, miles de ciudadanos de a pie realizaron el paro de cinco minutos en recuerdo de las víctimas del 11-M. En la Estación del Norte de la ciudad, donde los trenes -igual que en muchas otras estaciones- pararon en recuerdo de los fatídicos sucesos de hace un año, ciudadanos anónimos depositaron velas y poemas en medio de una contenida emoción. En las calles y los polígonos industriales, a las puertas de los centros de trabajo, centenares de personas guardaron un emotivo silencio roto a los cinco minutos por cálidos aplausos en recuerdo de quienes padecieron la barbarie.

Dos detenidos por desórdenes públicos al irrumpir en el acto de la mezquita de Valencia

En Castellón, en apenas 200 metros, la capital de La Plana acogió ayer cuatro concentraciones en recuerdo de las víctimas del atentado de Madrid. En la delegación del Consell se reunió el gobierno con el presidente Francisco Camps a la cabeza. Junto a ellos, el titular de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, pese a que frente a la sede de la institución provincial, a escasos metros, también se convocó una concentración. Un poco más alejada, la subdelegación del Gobierno, en la que estuvo el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, y el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé. En el lado opuesto, el Ayuntamiento, donde más gente se concentró, con el alcalde, Alberto Fabra, a la cabeza.

En Alicante, la estampa de dolor se repitió ante la sede de la mayoría de organismos oficiales y centros de trabajo. Las instituciones académicas también dejaron constancia de su particular homenaje a las víctimas del 11-M. En la Universidad de Alicante, se realizó una ofrenda floral con 192 ramilletes de claveles y romero, mientras que en la Miguel Hernández se plantó un ciprés de cuatro metros en memoria de las víctimas.En Castellón, el presidente de la Generalitat defendió la necesidad de seguir trabajando "todos juntos para erradicar definitivamente cualquier posibilidad de que los asesinos cometan actos violentos que azoten nuestra tranquilidad y que intenten coartar nuestra libertad". Camps tachó el 11-M de atentado "brutal, salvaje y bestial" y mostró su apoyo a la "tarea de los policías nacionales, guardias civiles, policías locales, ertzainas y mossos d'esquadra, que realizan su actividad para defender nuestra libertad y seguridad". El líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, afirmó que el aniversario debe servir para "reafirmar la vocación y voluntad inequívoca del pueblo español de estar junto al pueblo de Madrid y sus dirigentes hoy y en el futuro para intentar que este tipo de desgracias no vuelvan a ocurrir". Además, Pla instó a poner de manifiesto "la unidad de todos los demócratas y las fuerzas políticas en la lucha contra el terrorismo y la firmeza del Estado de Derecho para combatir con todos los instrumentos legales ese terrorismo". Antonio Montalbán, de Esquerra Unida, hizo un llamamiento para que las víctimas sientan siempre la solidaridad. Unas muestras de solidaridad que se reprodujeron una y otra vez en ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana.

En Valencia, cientos de fieles se agolparon a la salida de la oración de las 14.30 en la explanada de la principal mezquita de la ciudad para recordar a las víctimas del atentado del año pasado. Tras guardar un minuto de silencio los asistentes, que portaban pancartas que contenían lemas como 11-M todos íbamos en ese tren; Islam, paz, amor; Islam es convivencia o Todos contra el terrorismo y por la paz, escucharon a varios niños que leyeron los nombres de las 192 víctimas. Ese momento fue aprovehcado por dos exaltados para arrebatarles el micrófono y lanzar soflamas por las guerras de Irak y Afganistán. "Dicen ser profetas; son dos exaltados que no representan a nadie; una minoría que entiende las cosas de forma errónea y no tiene nada que ver con nuestra religión", apuntó más tarde Imad al Naddaf Yalouk, delegado en Valencia del Centro Islámico en España, entidad que gestiona la Mezquita. Tras reducir a estas dos personas, el acto prosiguió con la lectura de un comunicado en el que se mostró la repulsa de "todas las formas de terrorismo, tanto de los que arrogándose de una inexistente representatividad utilizan la violencia para alcanzar sus fines, como los que, basándose en mentiras y falsedades, violan la legalidad internacional". Una vez acabado el acto, docenas de personas donaron sangre en las unidades del Centro de Transfusiones a petición del centro islámico y la Policía Local detuvo a los dos protagonistas del incidente. Los agentes los identificaron como S. O. S., paquistaní de 35 años, y L. T., marroquí de 34 años, y los entregaron al Cuerpo Nacional de Policía, que instruyó diligencias por desordenes públicos y anunció su puesta a disposición judicial. Por otra parte, frente a la Mezquita de Torrent apareció una cabeza de cerdo ayer por la mañana y pintadas contra los musulmanes, una provocación que motivó un incremento de la vigilancia policial preventiva.

El Gobierno también acordó conceder ayer la medalla al Mérito en el Trabajo a la Asociación Víctimas del Terrorismo en la Comunidad Valenciana y a la Fundación Profesor Manuel Broseta.