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Reportaje:

Los trucos sonoros de Juan Muñoz

Un muñeco de ventrílocuo sin ventrílocuo, el apuntador ante el escenario vacío, las enigmáticas figuras cómplices y sonrientes de no se sabe qué chiste que voló en el aire. Los personajes de las esculturas de Juan Muñoz (Madrid, 1953-Ibiza, 2001) tuvieron muchas veces una relación con la palabra ya dicha, con el sonido disperso en el momento pasado. Por eso las piezas que escribió y creó para la radio son una especie de complemento de esas otras formas. La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2), de Madrid, presentará a partir del próximo miércoles las obras radiofónicas del artista español más valorado internacionalmente en la última década, acompañadas de una exposición de seis esculturas y una veintena de dibujos, que permanecerá abierta al público hasta el 4 de julio.

Como sus esculturas, estas piezas para radio resultan también enigmáticas. "Se trata de reescenificar estas obras, que son algo sui géneris para un escultor", explica Bartomeu Marí, conservador jefe del Macba y comisario de esta muestra junto con James Lingwood, director de la Artangel Gallery de Londres. "Todo el trabajo de Juan Muñoz está atravesado por la presencia y la ausencia de voz. Las figuras suelen hacer notar una voz que no está, las piezas de radio están en el otro extremo, se dirigen a un oyente anónimo y lejano que las escucha con una especificidad en el tiempo. Es decir, que sólo puede acceder a ellas si lo hace en el efímero momento de la emisión".

Las piezas se van a reconstruir el próximo día 17 en Madrid. Entre ellas, A registred patent (2001), la última que hizo y que no pudo escuchar terminada. Fue presentada y emitida en la Documenta 11 de Kassel (Alemania) ese año. La música es de Alberto Iglesias -compositor de bandas sonoras para las películas de Almodóvar, Amenábar y Julio Medem- y la voz en off es del actor John Malkovich, que lee un impersonal texto sobre patentes comerciales, que Muñoz combina con la misteriosa desaparición de un percusionista. La música será ejecutada en directo por el compositor.

Los días 21 y 22 de abril se representará A man in a room, gambling (un hombre en una habitación, jugando), de 1992, la primera que hizo. En ella, sobre un fondo de música y ruidos de la calle en Sevilla, el artista lee la descripción de varios trucos de cartas y prestidigitación. La explicación es casi imposible de comprender sin unas cartas a mano, lo que hace que el oyente eche en falta la imagen en la que apoyarse. La música es del compositor británico Gavin Bryars quien, según explica James Lingwood, "se adaptó a los matices duchampianos de una obra basada en descripciones de engaños que, para tener éxito, dependían de no ser vistos". Estaba pensada para ser emitida por la BBC después de medianoche, a continuación del parte meteorológico para navegantes. Una hora en la que suele haber sólo oyentes solitarios ante una voz sin cuerpo. Finalmente la emisora británica no lo hizo, se grabó en un disco y se ha radiado en varios países. Bryars participará en la presentación madrileña de este trabajo con su ensamble compuesto por violín, violas, chelo, bajo y las voces de una soprano y un tenor.

A Juan Muñoz le fascinaban los juegos de apariciones y desapariciones. "Para mí, lo que ves no es lo que parece", dijo en una entrevista. El crítico de arte y escritor John Berger escribió los textos para Will these be a likeness (1996), que se presentará los días 1 y 4 de julio. Juan Muñoz creó la dramatización en la que participa un mago y tres bellas señoritas a las que hace desaparecer. Berger y todo el equipo alemán que dramatizó este trabajo para su estreno en Alemania participará en la recreación de La Casa Encendida.

Juan Muñoz hizo una cuarta pieza, que no entrará en esta muestra pero que da cuenta de algunas de sus inquietudes. Building for music la hizo por invitación de la muestra Sonsbek 93 (Arnheim, Países Bajos) en colaboración con el músico Alberto Iglesias. "Son dos voces que se combinan, aunque ambas son del artista. Una la grabó en un coche y la otra en un estudio. Los personajes son el arquitecto que construyó el auditorio de Arnheim, destruido durante la guerra, y el otro es un joven arquitecto que va a reconstruirlo con la intención de hacer un edificio sin eco", explica Bartomeu Marí.

Las obras que se expondrán

están muy ligadas a toda esa atmósfera perturbadora. Según Lingwood, "hay una dimensión fugaz en gran parte de la obra de Juan Muñoz. En muchos de sus conjuntos escultóricos más importantes es como si el sonido hubiera desaparecido por arte de magia". Estarán en esta exposición obras importantes como Conversation piece (1996), Ventrílocuo mirando a un doble interior (1988-2000), El apuntador (1988) y Figuras sentadas con cinco tambores (1999). "Es una exposición de pequeñas dimensiones, pero de gran intensidad", ha subrayado Marí. "Tendrá varios escalones de percepción: en directo, con las emisiones; los dibujos y esculturas, y la posibilidad de escuchar las emisiones grabadas a través de auriculares todos los días de la exposición".

"Vamos a sacar a la luz algo que todavía se puede reconstruir tal y como lo hizo el autor porque participarán en directo todos los que las pusieron en escena para su estreno", apunta José Guirao, director de La Casa Encendida.

Juan Muñoz, en la 'performance' de 'A man in a room, gambling', en los estudios de la BBC Radio, 1997.
Juan Muñoz, en la 'performance' de 'A man in a room, gambling', en los estudios de la BBC Radio, 1997.STEPHAN WHITE

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