"Trajes impregnados de felicidad"
"Trabajo con los vestidos de novia desde hace bastante tiempo como símbolo de las fantasías y los deseos de felicidad que tienen las mujeres cuando se casan. Saco esos trajes, impregnados de felicidad, de sus cajas y los confronto con la violencia que muchas se encuentran en su vida. Es esa tarea de revisión la que les permite recordar lo que les ha ocurrido, ya que sólo así podrán cambiarlas", aseguraba ayer la artista brasileña Beth Moysés.
El blanco y los encajes están muy presentes en sus obras, como en la pieza Reina, un tablero de ajedrez de cuatro metros en la que la siempre ganan las blancas porque no hay ni fichas ni casillas negras. Sólo una figura, la de la reina, que dentro alberga la ausencia del rey. Ésta es una de las obras de Carrera de fondo, la muestra en la que participa Moysés.
Las 85 improvisadas novias -la organización pretendía llegar al centenar- vistieron trajes de segunda mano, todos procedentes de Brasil, y se encaminaron en silencio hacia la plaza Nueva dónde prendieron la caja que transportaba sus malos recuerdos: cartas, pañuelos bordados o pintados, fotografías, impresiones digitales... todo ardió ante la mirada respetuosa de los participantes en el acto y la sorpresa de los transeuntes.
"Es un ritual catártico de liberación y el fuego purificador les ayudará a olvidar", asegura la artista quien ha realizado este tipo de performances en otras ciudades como Sao Paulo, Brasilia, Madrid y Las Palmas de Gran Canaria. El también artista plástico Francisco Almengló realizó ayer un vídeo de la peculiar procesión.
"Ha sido complicado reunir a las mujeres que participan en la acción. Sólo cuando hemos organizado charlas en las que han comprendido el sentido del trabajo de la artista, se han animado. Incluso algunas han convencido a otras para que participasen", aseguró ayer Margarita Aizpuru.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.