Maeso dice que no hay indicios en su contra en el caso de la hepatitis C

La defensa del único imputado por el contagio masivo de hepatitis C en cuatro hospitales de Valencia, el anestesista Juan Maeso, presentó ayer su escrito de calificación de los hechos que han llevado al procesamiento de su representado y en él pide la absolución de los cargos que imputa el fiscal: 273 lesiones por imprudencia grave y tres homicidios por imprudencia grave. Entiende el letrado, Francisco Davó, que "ni el Ministerio Fiscal, ni las acusaciones particulares, incorporan a sus correspondientes relatos fácticos, actuación o circunstancia concreta alguna que pueda ser considerada, siquiera sea de manera remota, como constitutiva de ningún tipo de infracción penal". Según Davó, rechaza como "no ajustado a la realidad de los hechos, y menos que resulte acreditado en autos, el inconcreto, ambiguo, vago, impreciso y genérico relato fáctico contenido en el ordinal correspondiente, tanto del escrito de Calificación Provisional de la Acusación Pública como de los formulados por las respectivas acusaciones particulares". Y entiende que "no existe en la narración la atribución directa, concreta e individualizada de ningún tipo de actuación, hecho o circunstancia que permita siquiera analizar la concurrencia de elementos de carácter fáctico exigibles para realizar la necesaria subsunción en alguno de los tipos penales que se dicen aplicables".

El fiscal pidió para Maeso 2.214 años de cárcel, fijó en 28.885.002 euros la indemnización (de la que la consejería de Sanidad sería responsable civil subsidiaria) y entendió probado que Maeso se pinchaba parte de la anestesia que luego y con la misma jeringuilla administraba a los enfermos, sabiendo que era portador de la hepatitis C. Ese relato no es válido para el letrado de Maeso, quien entiende que las afirmaciones se basan en conjeturas, que no existen hechos concretos ni siquiera indicios para sostener.