David Trueba, director de cine
El realizador viaja con ordenador portátil, iPod, cámara digital y móvil, pero dice que los usa racionalmente
Emplea un ordenador portátil, cámara de fotografías digital, teléfono móvil y un reproductor digital de música, pero no se considera un abanderado de la tecnología e intenta utilizarla de forma racional. Como sucede a muchos, a David Trueba (Madrid, 1969) le preocupa que la tecnología le haga perder el tiempo. "El correo electrónico crea adicción. Lo consulto por la mañana cuando vuelvo de dejar a mi hija en el colegio. Luego, hago un esfuerzo para no mirarlo en toda la mañana. Si no lo controlas, te pasas toda la mañana pendiente de los mensajes y no te concentras en el trabajo".
Para relacionarse por correo electrónico con el director de cine es necesario saber que no siempre responde a los mensajes con rapidez. "Creo que está muy bien disponer de un margen de tiempo. Quien me manda un e-mail sabe que no le voy a responder inmediatamente". Eso sí, hace mucho tiempo que aprovecha las ventajas del correo digital. "Hace cinco años que escribo en un periódico y no he pisado la redacción".
Antes de la entrevista, en una conferencia, Trueba afirma que "a un cine no se le debe defender por su nacionalidad, sino por su calidad". Cree que "el nuevo consumo hará que cambie el cine. Una cosa es el consumo social en los cines, que está descendiendo, y otra el consumo privado de cine en casa, que está aumentando, y mucho". Él mismo compra muchas películas por Internet. "Las mejores películas americanas de 2004 no han llegado a los cines españoles y sólo se pueden ver en DVD".
A Trueba no le preocupan los avances de la tecnología. Al contrario, dice que Internet y los móviles no promueven la incomunicación, "sino otra forma de comunicación". Tampoco le extraña la velocidad con que la tecnología está cambiando su oficio. "A mi padre ya le parecía que las noticias del telediario pasaban muy rápido".
Compró un ordenador PowerBook Apple con pantalla de 15 pulgadas porque le gusta su estética. El reproductor de música iPod ha pasado a formar parte de sus objetos cotidianos. Tanto que casi no recuerda que lo emplea. Para hacer fotografías, utiliza una cámara digital desde hace tiempo. "No tengo ningún interés por estar a la última. Si quiero información, le pregunto a mi hermano Fernando. Su casa es como una tienda de novedades tecnológicas". Siempre viaja con el portátil, pero cuando va de vacaciones no lo conecta a Internet. "Prefiero acudir a las salas de ordenadores de los hoteles o a un cibercafé".
"Un amigo actor, que tiene muchas llamadas telefónicas de fans, ha desarrollado una estrategia para emplear el teléfono móvil: sólo responde a las llamadas que escucha en el contestador. Así, evita muchos sobresaltos y no vive pegado al teléfono".
Trueba está convencido de que no tener móvil es casi un mecanismo de exclusión social. "Sólo los realmente VIP pueden permitirse vivir sin él". Reflexiona en voz alta sobre el creciente número de infidelidades que se descubren por los mensajes de móvil. "Se puede ser infiel a través del teléfono móvil. Ahora, los mensajes se convierten en pruebas para los divorcios".
Cuando finaliza la conversación, recuerda que antes sabía de memoria 80 teléfonos. "Como todos los teléfonos tienen memoria, ya no hace falta aprenderse los números. Hasta se me han olvidado los que sabía".
10LINEAS: www.10lineas.com/davidtrueba
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