Un maestro de los de antes

Al público madrileño le va a costar mucho trabajo pensar que ya no volverá a ver a Sergiu Comisiona, el director de orquesta rumano que moría el día 5 en Oklahoma City, de un ataque al corazón, poco antes de un concierto, a los 76 años. Y es que la época de Comissiona al frente de la Orquesta Sinfónica de RTVE -de 1990 a 1998- será recordada como la mejor de la formación desde que dejara su puesto quien sería su fundador, el gran Igor Markevitch. Con él, la orquesta volvió a plantear programas de interés y, sobre todo, a alcanzar un nivel que había perdido en años anteriores. Los músicos le respetaban, los aficionados le admiraban y para unos y para otros tenía el trato afable y cercano que siempre le caracterizó. Su versatilidad en buena parte del repertorio, la universalidad de sus gustos, la limpieza de su técnica, la seguridad de su mando y la profunda musicalidad que lucía le hacían uno de esos maestros con los que la buena marcha de un concierto está garantizada de antemano.

Ciudadano americano desde 1976, Comisiona había nacido en Bucarest el 16 de julio de 1928. Alumno de Constantin Silvestri, en 1948 se hacía cargo de la Orquesta del Estado Rumano, a cuyo frente permanecería hasta 1955 para después pasar a la Filharmonie George Enescu de su ciudad natal. En 1959 se traslada a Israel, donde dirige la Sinfónica de Haifa y funda la Orquesta de Cámara de Israel. A partir de los años sesenta trabaja regularmente en Escandinavia, llegando en 1967 a titular de la Sinfónica de Göteborg y, ya en 1990, de la Filarmónica de Helsinki. Buena parte de su labor se desarrolló en Estados Unidos, comenzando como titular de la Sinfónica de Baltimore, una orquesta provinciana cuando él se hizo cargo de ella, en 1970, y a cuya marcha, en 1984, había elevado a una calidad impensable antes de su llegada. De 1978 a 1982 sería consejero artístico de la Sinfónica Americana, y en 1987, contratado como director principal por la New York City Opera. Entre 1982 y 1988 fue titular de la Sinfónica de Houston y, paralelamente, de la Orquesta Filarmónica de la Radio de Hilversum, en Holanda. Actualmente era director de la Joven Orquesta de Asia.

Comisiona tuvo siempre interés en la creación contemporánea, y en su labor con la Orquesta Sinfónica de RTVE se cuentan estrenos de compositores españoles como Salvador Brotons, Israel David Martínez Espinosa, Albert Llanas y Víctor Rebullida. Fue igualmente responsable de la primera audición mundial de obras como Prism de Jacob Druckman, en 1980, y A celebration of some 100x150 notes, de Elliott Carter, en 1988. Su carrera estuvo, igualmente, jalonada de grabaciones discográficas, entre ellas alguna especialmente significativa para la música española, como la que hiciera de Noches en los jardines de España, de Falla, con Alicia de Larrocha como solista.

Con Sergiu Comisiona se va uno de esos músicos honrados a carta cabal, que sirven por encima de todo al arte que representan y que saben desarrollar con solvencia y honestidad el puesto que sus cualidades, unidas a la suerte y a las circunstancias, le han permitido ocupar. Músicos de los que quedan más bien pocos en una profesión en la que, como en tantas otras, el glamour y el magnetismo mediático son valores en alza.