Éxito total

FERNANDO MARTÍN

Hace unos meses, en una corta actuación en la Casa de América de Madrid, el trío barcelonés había dado una cierta medida de lo que es capaz en escena. Sin embargo, en esta nueva visita el grupo pareció haber dado un increíble estirón, escénicamente hablando. De este modo, lo que antes resultaba agradable y sorprendente se revela ahora como uno de los productos musicales más cosmopolitas y modernos de la escena actual española. Nombres como Morcheeba o Moloko sirven de referencias para el estilo en el que Dolo, Caïm y Pauet se mueven como pez en el agua. Pero, además, el toque autóctono hace de la música del grupo una delicia bailable y con increíble personalidad.

El grupo, que no ha variado en nada su puesta en escena, apareció mientras en la pantalla un vídeo del artista visual Pauet dominaba tras los músicos. Éstos, en escueta formación de trío más los elementos pregrabados, se lanzó por la pendiente de un repertorio de esos que ya suenan y al que el oyente se engancha al segundo estribillo.

Vaivén dulce

Comenzaban con la sensual e indolente Paisajes de agosto. Después, la búsqueda a suave tempo funk con La cultura, y otro tema irresistible, Mentira, en el que Dolo parece más potente que nunca. La lista de canciones interpretadas mantiene el interés en crescendo, mientras el público cae en una suerte de vaivén dulce y muy llevadero.

Las historias, personales y callejeras, del grupo forman el hilo conductor del espectáculo, seguido con absoluta concentración por los asistentes, que no se pierden nada de lo que ocurre ante ellos. El clímax se produce, naturalmente, con Lola, nombre de canción bien sobado, pero que aquí luce esplendorosamente en una excelente canción de ésas que valen toda una carrera. Pero, tras despedirse, la banda habrá de regresar al escenario reclamada por la audiencia entregada. Éxito total a cargo de un grupo que promete mejores momentos musicales en cuanto saquen el próximo disco, que ya están en ello.