La policía detiene a un colaborador del suicida Lamari y de dos huidos del 11-M

La Comisaría General de Información detuvo ayer en Fuenlabrada (Madrid) al marroquí Jaouad el Bouzrouti, de 21 años, a quien acusa de haber apoyado la fuga de dos huidos del 11-M. El arrestado supuestamente era conductor de Allekema Lamari, el argelino del Grupo Islámico Armado (GIA) que se suicidó con otros seis terroristas en Leganés, y también de Mohamed Afallah, mano derecha de éste, en paradero desconocido. El Bouzrouti ha mantenido contacto con Youssef Belhadj, preso en Bélgica y presuntamente ligado al núcleo de Al Qaeda en Europa y con toda la trama del 11 de marzo.

La detención fue practicada un poco antes de las siete de la mañana en el piso que Jaouad El Bouzrouti (nombre facilitado por la policía) o Ridouan El Bouzroti (según figura en el buzón de su vivienda) ocupaba junto a su familia en el bloque 1-A de la avenida de las Naciones (Fuenlabrada). El arrestado residía en esa casa desde las últimas navidades.

Bouzrouti no mostró "ninguna sorpresa" cuando fue detenido, según indicaron fuentes de la policía, que ya llevaba semanas tras sus pasos. Los investigadores consideran que este albañil conoce todos los detalles sobre la fuga desde Leganés, cuando la policía rodeó el piso en el que se escondía los islamistas, de Abdelmajid Bouchar (el recadero de los terroristas), Mohamed Afalah (mano derecha de Lamari), Mohamed Belhadj (alquiló el piso de Leganés) y Daoud Ouhnane (su huella estaba en la furgoneta Renault Kangoo hallada en Alcalá de Henares).

Lamari y Afallah solían utilizar para sus desplazamientos un Opel Vectra oscuro propiedad de El Bouzrouti. Así, los dos primeros citados visitaron a finales de 2003 al argelino Safwan Sabagh en su pollería de Valencia, en la que se presentaron a bordo de ese vehículo, "con matrícula española nueva". Lamari, apodado Yasin, presentó a su amigo Afallah al comerciante con el nombre de Musab. Justo por esas fechas también pasó por la tienda de pollos asados Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, uno de los cerebros operativos del 11-M, que también se suicidó. Sabagh entregó a Lamari en esa visita "un libro, unos folletos y una cinta de cassete" que habían llegado a su local en dos sobres unos días antes.

La policía está convencida de que el arrestado "estuvo en estrechas relaciones, en las fechas previas al 11-M", con los huidos Bouchar y Afallah, pero también con Youssef Belhadj, preso en Bélgica. Éste era sospechoso de ser Abu Duhan (o Dujana) al Afgani, el portavoz de Al Qaeda en Europa a nombre de quien se reivindicó el ataque a los trenes. Sin embargo, los investigadores se inclinan ahora por pensar que Belhadj es más bien de un mensajero, un emisario de algún cargo europeo de la red de Osama Bin Laden, posiblemente Mustafa Setmarian o Amer el Azizi.

Extradición de Belhadj

Precisamente ayer, el Tribunal de Casación de Bélgica confirmó la extradición a España de Youssef Belhadj, según informó la portavoz de la Fiscalía belga, Isabelle van Heers. El encargado tiene hasta la tarde de hoy para presentar recurso, ya que si no lo hace será entregado a España antes de 10 días, informa Europa Press. En Bélgica está acusado de asociación de malhechores con fines terroristas y se presume que pertenece al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM).

El detenido en Fuenlabrada supuestamente estuvo en la casa que Youssef Belhadj tenía en Bélgica, y éste tuvo contactos con aquel entre febrero y marzo de 2004 en Madrid. En esas fechas, Bouzrouti también estuvo en conversaciones telefónicas con Bouchar, más conocido como El Gamo por la velocidad con la que escapó a la carrera de los policías que cercaban el piso de Leganés.

También se le relaciona con Brahim y Mohamed Moussaten, ambos en prisión por la presunta ayuda que prestaron a los huidos tras el suicidio colectivo de Leganés. Su círculo de relaciones hasta ahora investigado se completa con Mimoun Belhadj, detenido en Siria también por su presunta relación con el GICM. La policía ha registrado la casa de Fuenlabrada donde se produjo la detención, donde ha intervenido documentación y varias tarjetas de crédito, de las que se están investigando sus movimientos.