Manifiesto de actores españoles en apoyo al Sáhara

Aunque no tiene carácter competitivo, el jurado popular del II Festival de Cine del Sáhara proclamó Madame Broutte, la película del senegalés Moussa Sene Absa, como la mejor de las proyectadas estos días en mitad del desierto.

En la jornada inaugural había sido Mar adentro la más ovacionada, pero, finalmente, la historia de la vendedora ambulante senegalesa maltratada por su pareja y que siempre anhela el amor de su vida ganó el premio de la camella viva.

La camella es para los saharauis símbolo de paz y prosperidad, por eso se eligió como trofeo para acentuar el carácter solidario del festival.

En la jornada de clausura, el sábado a la noche, donde también se dieron dos menciones de honor al largo Poniente, de Chus Gutiérrez, y otra al corto Aadat (Tradición), de Xisela Franco y Noé Rodríguez, se obsequió con rosas del desierto a todos los participantes, también simbólico y humilde trofeo de la vistosa piedra decorativa que se extrae entre las arenas del Sáhara.

Un abrasivo concierto del grupo madrileño Desechos puso el colofón final a la fiesta, que fue presenciada también por la ministra de Cultura saharaui, Marien Salek, y por la presidenta de la Academia de Cine Español, Mercedes Sampietro.

Una quincena de artistas españoles suscribieron un manifiesto de apoyo al pueblo saharaui, que fue leído por Icíar Bollaín y Alberto San Juan tras un almuerzo de despedida que presidió el presidente de los saharauis y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, el acto de clausura del festival.

"Estamos aquí porque sabemos que la indiferencia es el peor enemigo en la lucha de los saharauis para recuperar la soberanía de su territorio, ahora dividido", reza este manifiesto, en el que se pide a los gobiernos, instituciones y sociedad civil, especialmente a España, que "contribuyan eficazmente al cumplimiento de la legalidad internacional, presionando al reino de Marruecos para que acate las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara Occidental".