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UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA / 2

Las formaciones políticas guardaron silencio ante la amenaza directa

El aviso de Al Qaeda no se trató en el Congreso ni en el Gobierno

El comunicado de Osama Bin Laden pasó casi inadvertido para la clase política española. Ni en la Comisión de Justicia e Interior, ni en los plenos del Congreso de los tres meses posteriores se mencionó la advertencia del jefe de Al Qaeda.

El 23 de octubre de 2003, José María Aznar ofrecía desde su escaño la fórmula ideal para luchar contra el terrorismo internacional: los ataques preventivos. Pero del mensaje, de la amenaza concreta a España, nada se dijo. En las dos sesiones dedicadas a los Presupuestos Generales del Estado en la Comisión de Justicia e Interior, donde se detallaban los fondos y los planes para el año 2004 del departamento que entonces dirigía Ángel Acebes, tampoco se presentó ningún incremento concreto para prevenir un golpe islamista.

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Mientras tanto, en los despachos del servicio secreto y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se elaboraban informes alertando del creciente riesgo.Entre 2001 y 2004, el terrorismo islamista sólo fue objeto de análisis y debate en una ocasión en el seno del pacto antiterrorista. El ministro portavoz, Eduardo Zaplana, reconoció ante la comisión que recordaba "vagamente algún informe" presentado por el titular de Interior entre 2002 y los primeros meses de 2004 en el Consejo de Ministros sobre este asunto. Y el jefe de la Unidad Central de Información Exterior desveló que entre 2002 y 2003 no se había producido ninguna reunión monográfica sobre terrorismo islamista en el ministerio.

El propio ex presidente del Gobierno fue incapaz de detallar en el Congreso las medidas preventivas adoptadas tras el atentado de Casablanca, de mayo de 2003: "El Gobierno tomaba todos los días decisiones y actuaciones en materia de lucha antiterrorista". La diputada Uxue Barkos insistió en varias ocasiones: "¿Podría detallarnos alguna o no es posible?". "Todas las que desarrolla el ministro del Interior", contestaba Aznar, que terminó por decir: "Yo no he sido ministro del Interior, pero el ministro ha estado aquí y ha comparecido ante la Cámara, el secretario de Estado de Seguridad ha comparecido también, y ellos entiendo que son los que tienen toda la responsabilidad de ello". El ex presidente concluyó así el frenético interrogatorio: "La evaluación general del riesgo era bajo". Algo que se contradecía con las declaraciones de varios mandos policiales, entre ellos el ex comisario general de Información Jesús de la Morena: "Cuando Bin Laden hace referencia expresa a España hay otro pico en la elevación de la amenaza". Y el ex secretario de Estado de Seguridad Ignacio Astarloa: "Es obvio que teníamos la conciencia plena de que el riesgo era muy serio y actuamos en consecuencia".

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