El Colegio de Arquitectos insiste en una carta a Camps en su denuncia de las "arbitrariedades" en Ciegsa

El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, Fabián Llisterri, ha remitido al consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, una carta -de la que ha remitido copia al presidente de la Generalitat, Francisco Camps- en la que se ratifica en la denuncia que la entidad colegial hizo acerca de la "arbitrariedad" de las valoraciones técnicas de los proyectos presentados a los últimos concursos convocados por la empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat, SA (Ciegsa), para la construcción de colegios. La carta, firmada también por los presidentes de los colegios territoriales de Valencia, Alicante y Castellón, es la segunda que llega a la Generalitat en las últimas semanas.

"La respuesta obtenida no ha podido ser más decepcionante", dice el colegio en su segunda misiva, en referencia a la contestación que el consejero delegado de Ciegsa y secretario autonómico de Educación, Máximo Caturla, dio a la primera. Y añade que a ese escrito, que según el colegio les "niega no sólo la luz y taquígrafos sino también el derecho a recurrir", hay que sumar "una serie de episodios incomprensibles y preocupantes", entre los que cita "despidos fulminantes de arquitectos no afines, reunión con los adjudicatarios de algunos de los proyectos licitados para que levantaran su voz contra el colegio, amenaza de listas negras" y "abundantes declaraciones públicas y privadas" en contra de la entidad colegial y de sus directivos. El colegio comunica que "no va a discutir nada más con Ciegsa" y que se reserva las acciones que su junta de gobierno estime oportunas.

Las "arbitrariedades" que mencionaba la primera carta del colegio, que pedía la suspensión cautelar del proceso de adjudicación y que se hagan públicas las actas de valoración técnica de los concursantes", para que una comisión independiente revise e informe el proceso, habían motivado "numerosas quejas" de arquitectos. En ese concurso, tres arquitectos y otras tantas empresas, en las que los tres figuran bien juntos o bien de forma individual, se llevaron nueve de los 50 proyectos adjudicados.

Caturla replicó que la protesta del colegio no respondía a las "numerosas quejas de arquitectos" que la entidad colegial dice haber recibido, sino que fue promovida por varios cargos directivos del colegio y de sus demarcaciones provinciales. Algunos de ellos, según Caturla, habrían actuado por interés personal y al margen de los intereses de muchos colegiados que sí se han adjudicado algún proyecto.