Los expertos proponen que se exploren vías para reducir la "excesiva" temporalidad de los contratos

El Libro Blanco sobre la calidad en el empleo en Andalucía apuesta por conseguir un equilibrio entre flexibilidad laboral y temporalidad y para ello propone negociar otras vías que permitan reducir las altas tasas de eventualidad del mercado de trabajo (44%). Los seis expertos encargados de redactar el informe entregaron ayer al presidente andaluz, Manuel Chaves, un borrador, en el que se constata la "excesiva" temporalidad del mercado de trabajo andaluz, que está por encima de la media nacional (30%), si bien también concluye que las empresas necesitan de "altas dosis de flexibilidad".

Jesús Cruz Villalón, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla, explicó que el borrador asume que la flexibilidad empresarial y la temporalidad no son antagónicas.

Explicó que las empresas privadas han basado la flexibilidad exclusivamente en la temporalidad y apostó por abrir otras vías de flexibilidad relacionadas con las jornadas de trabajo y la movilidad funcional y geográfica, que "no se han explotado suficientemente", precisó. También defendió para el sector privado la transformación de los contratos temporales en fijos e incentivos económicos para las empresas.

Indicó que desde 1997 se ha detectado un incremento, en torno al 7%, de la temporalidad en las administraciones públicas, sobre todo en las locales. En este aspecto aseguró que las administraciones tienen una función muy importante en "trasponer la cultura de la temporalidad por la de la estabilidad".

Las causas de la alta temporalidad en Andalucía están en la estructura productiva, basada en sectores de empleo eventual; en la mano de obra menos especializada, donde la interinidad también es mayor, y en una gran población de mano de obra joven que padece en mayor medida ese problema. Por todo ello, Cruz Villalón defendió reorientar la especialización productiva de la región para que no pivote tanto en los sectores de alta temporalidad, como servicios, construcción y agricultura.

Además, el documento analiza la prevención de riesgos laborales y concluye que el porcentaje no varía según los territorios y que a mayor temporalidad mayor riesgo, al tiempo que pidió que se intensifique la lucha contra los accidentes de trabajo, aunque admitió que "hay una línea de actuación correcta".

En este aspecto el Libro Blanco plantea coordinar la inspección de trabajo con los técnicos autonómicos de prevención, ya que "no es un problema del número de inspectores"; favorecer la prevención en las empresas sobre todo en las pymes; potenciar la calidad de la prevención en lo material y no tanto en lo burocrático y realizar evaluaciones de riesgo y atender la formación específica.

Cruz Villalón apoyó que se prime en las adjudicaciones de contratos públicos a las empresas "más cumplidoras" en materia de prevención laboral y también en calidad en el empleo.