Juegan con tu ilusión

Y al final juegan con tu ilusión y sólo son negocios. La conclusión la destaco al principio ya que así es como ahora mismo nos sentimos mi futura mujer y yo.

A finales de enero del año 2004, y después de haber visitado varios posibles sitios para celebrar nuestra boda en la ciudad de Valencia, nos decidimos por el Salón Alameda Palace, en la calle del Arquitecto Mora de Valencia. De las razones de nuestra decisión destacaba por encima de todo que mantener los deseos de los novios era para ellos lo más importante, o al menos eso se nos repitió insistentemente.

Antes de acabar enero y según las instrucciones del salón Alameda Palace, abonamos en concepto de reserva a cuenta del banquete 1.000 euros al contado recibiendo, a cambio, un simple recibo por este importe. A principios de junio de 2004, con más de un año de antelación, por razones personales, nos vimos obligados a anular dicha reserva y así se informó al salón.

Pero cuál fue nuestra sorpresa que al reclamar el dinero de la reserva se nos dijo que no se devolvería bajo ningún concepto excepto si ellos volvían a ocupar dicha fecha, aspecto que nunca se había comentado en conversaciones anteriores con ellos. Nosotros, acudiendo a la buena fe de la empresa y al tiempo de preaviso les reclamamos ese dinero, puesto que nos pagamos nuestra boda y como pareja joven es una cantidad importante, ante lo cual solo recibimos negativas rotundas y tonos de prepotencia. Viendo la situación se remitió un Burofax en julio para que quedase constancia del preaviso y de nuestra petición.

Desgraciadamente, a día de hoy y después de varias visitas al salón, conversaciones con su abogado, conversaciones con el dueño, con sus gerentes y aun ante comunicados de una posible demanda civil por nuestra parte (acompañadas de jurisprudencia favorable) no tenemos nuestro dinero y solo tenemos un recibo por mil Euros sin valor alguno y el sentimiento de que alguien ha jugado con nuestra mayor ilusión, que es casarnos.