Los derrumbes y las grietas en la sede del Ayuntamiento de Almería obligan a su desalojo
El alcalde ordena el traslado de la mayoría de servicios municipales para evitar riesgos
La ruina de la sede del Ayuntamiento de Almería ya no da más tregua. El alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ordenó ayer el traslado inmediato de la mayor parte de los servicios ante la situación del edificio municipal, de más de 200 años de antigüedad y cuyo avanzado estado de deterioro, con la presencia de grietas en vigas y derrumbes, se ha visto agravado por el granizo y la lluvia de las últimas semanas. El alcalde instó al delegado del Gobierno de la Junta en Almería, Juan Callejón, a que se aceleren los trabajos de rehabilitación.
Rodríguez ordenó el desalojo de los servicios como medida para salvaguardar la seguridad de los empleados municipales y de los ciudadanos. Según informó el Ayuntamiento, las sedes provisionales de los servicios son: Registro General e Información, edificio de Unidad de Calidad Municipal, en la Plaza Marín; Secretaría General, Paseo de Almería número 21; Servicio Contencioso y sede del grupo de IU, si éstos aceptan, a la Casa de la Juventud; Área de Hacienda, al edificio del Servicio de Rentas y Gestión, un inmueble que el Consistorio espera adquirir esta misma semana como parte del patrimonio municipal; Intervención, Contabilidad, Gestión Presupuestaria y Tesorería, antiguas dependencias del Juzgado Social y Archivo Histórico y Biblioteca, Palacio Marqueses de Cabra. Una vez que se complete el desalojo, la alcaldía se desplazará al Preventorio.
El pleno previsto para esta mañana se celebrará en el salón de actos de la casa de la Juventud.
Servicios Urbanos, Medio Ambiente, Acopios, Reprografía y las dependencias del grupo socialista se mantienen en el Ayuntamiento.
Rodríguez pidió "comprensión" a los empleados y ciudadanos almerienses por el desplazamiento de las áreas municipales y señaló que persigue que esta medida conlleve el menor coste posible para las arcas municipales.
La granizada caída en Almería la mañana del 7 de febrero rompió el techo de un pasillo de la sede del Consistorio y constató el "deplorable estado" de las vigas del edificio. Unos días después caía un muro en unos nueve metros cuadrados en la zona de alcaldía.
La Junta de Andalucía firmó en octubre con la empresa Aldesa el contrato para rehabilitar el edificio. La primera fase de obras comenzó en diciembre pasado. Las primeras tareas consistieron en demoler las estructuras del ángulo noroeste (las dependencias de Urbanismo y Proceso de Datos), a fin de completar la excavación arqueológica realizada en el ámbito de la Plaza Vieja. En ese rincón se proyecta construir sótanos para el estacionamiento de vehículos oficiales, bajo los nuevos edificios. También se comenzaría la cimentación en el solar del ala norte, contiguo a Urbanismo. Era la primera parte del proyecto de rehabilitación ganado por el arquitecto sevillano José Sierra, que contaba con un presupuesto de seis millones de euros y 18 meses de plazo de ejecución. La segunda fase llevará las obras a la zona central del Consistorio.
La intervención propuesta por Sierra busca la creación de un gran espacio público que convierta Plaza Vieja en el motor del centro histórico de la ciudad. Frente al uso diario y laboral de las oficinas, se pretendía el disfrute de los soportales para el tiempo de ocio, con salas de exposiciones, restaurantes y otras instalaciones.
La nota más nostálgica del abandono del edificio del siglo XVIII se vivirá hoy, durante la celebración del pleno. Las intervenciones en el salón noble se trasladarán al frío y funcional salón de actos de la Casa de la Juventud. Igualmente, las conferencias de prensa dejarán temporalmente los Aljibes Árabes del siglo XI, donde también se celebrarán los enlaces matrimoniales.
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