La ayuda de Damasco permite detener a un hermanastro de Sadam acusado de atentados
Asesinados cuatro policías iraquíes en un ataque con coche bomba en Mosul
Un hermanastro de Sadam Husein al que el Gobierno iraquí acusa de organizar actos terroristas, fue capturado ayer. Un portavoz de las fuerzas multinacionales aseguró en Bagdad que Sabaui Ibrahim Hasan Tikriti, antiguo jefe de espionaje durante el régimen baazista será entregado a las autoridades iraquíes, pero no ofreció más detalles sobre su detención. Fuentes oficiales iraquíes indicaron que Siria colaboró en la captura de Ibrahim. La jornada de ayer en Irak estuvo otra vez marcado por la violencia: cinco personas murieron en un ataque en Mosul.
"Las autoridades sirias, debido a la enorme presión a la que están sometidas, tomaron medidas respecto a Ibrahim", aseguró ayer una fuente del Gobierno iraquí que pidió a la agencia Reuters permanecer bajo el anonimato. Según esta fuente, las acusaciones a Damasco, tras el atentado suicida del pasado viernes en Tel Aviv y el asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri, ha obligado al régimen de Damasco a actuar. "Teniendo tantos problemas en este momento, los sirios han sido socios voluntarios en esto [la captura], pero los americanos también han participado", agregó la fuente.
Antiguo confidente y asesor de Sadam, Ibrahim ha sido acusado de ser uno de los instigadores de la insurgencia iraquí desde la caída del dictador, en abril de 2003. En un comunicado, el Gobierno iraquí aseguró que Ibrahim "ha contribuido a la planificación, supervisión y realización de numerosos actos terroristas en Irak". EE UU también lo ha relacionado con numerosos ataques insurgentes.
El hermanastro de Sadam -tienen la misma madre, pero diferentes padres- ocupaba el número 36 en la lista de los 55 más buscados por EE UU. Todavía quedan 11 miembros de la baraja en busca y captura. EE UU había ofrecido por él una recompensa de un millón de dólares. Thaer Hasan Naqib, portavoz del primer ministro, Ayad Alaui, aseguró que la captura de Ibrahim ha sido el resultado de la determinación del Gobierno de "buscar y detener a todos los criminales responsables del baño de sangre en Irak y llevarlos ante la justicia".
La detención de Ibrahim se ha producido en un día marcado por la violencia de la insurgencia y los combates en numerosos lugares del país. Dos militares estadounidenses murieron y otros dos resultaron heridos durante una emboscada al sur de Bagdad. Un marine murió en un ataque en el centro del país. Con estas muertes se eleva a 1.486 el número de soldados muertos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003.
El atentado más grave tuvo lugar en Mosul y el objetivo fue de nuevo la policía iraquí, cuyos miembros son considerados colaboracionistas por los insurgentes y les han convertido en uno de sus principales objetivos. Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad y un civil murieron en el atentado con coche bomba. En dos localidades del sur de Bagdad, Latifiya y Ghazzaliya, aparecieron los cadáveres maniatados de cinco personas -una de ellas, una mujer- decapitadas.
También cerca de Bagdad, un coche en el que viajaba un periodista iraquí que trabaja para Al Hurra -la cadena en árabe financiada por EE UU para hacer la competencia a Al Yazira- fue tiroteado. El informador resultó herido, mientras que el conductor murió.Este ataque se produce un día después de que apareciese en Mosul el cuerpo sin vida de una presentadora de Al Hurra, secuestrada hace una semana. En el plano político, el gran ayatolá Alí al Sistani, que el viernes había respaldado la candidatura de Ibrahim al Yafari como primer ministro iraquí, se mostró ayer partidario de la participación de los suníes en el Gobierno. "La lista de la Alianza Unidad Iraquí no representa sólo a los chiíes, sino a todos los iraquíes. Hay que dar a cada uno el lugar al que tiene derecho, sobre todo a los suníes", aseguró el líder espiritual chií.
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