Un 42,1% de la ciudadanía vasca rechaza el 'plan Ibarretxe', frente al 38,5% que lo apoya

Las elecciones en Euskadi, convocadas para el próximo 17 de abril, se celebrarán marcadas por el llamado plan Ibarretxe. Son mayoría, el 42,1% de los ciudadanos vascos, los que aseguran que no apoyan esta propuesta de nuevo Estatuto, frente al 38,5% que le otorga su confianza, según los datos de la encuesta de Opina, que ha formulado una serie de preguntas en torno a esta propuesta política, rechazada por el Congreso el pasado 1 de febrero. Un 60% asegura que el proyecto político de Ibarretxe "debe contar" con la aprobación del Parlamento nacional. En el mismo apartado relativo al Estatuto de autonomía, el 50,8% se decanta por mantener la situación actual de autonomía como forma de estado para el País Vasco.

Con un primer dato a la vista, que el 60,9% de los vascos asegura conocer poco o nada el plan Ibarretxe, la fórmula jurídico-política actual, es decir, el actual Estatuto de autonomía, sólo deja insatisfecho al 21,3%, frente a un 33,6% que se declara conforme con él y un 37% que se considera parcialmente satisfecho.

De acuerdo con esta primera aproximación se impone con claridad (47,3%) el segmento de población que considera necesario reformar el Estatuto de Gernika, frente al 31,6% que se decanta por completar las transferencias pendientes y el 9% que opta por dejar el Estatuto como está.

La misma congruencia se desprende de la respuesta a una tercera pregunta: el 50,8% se inclina por la autonomía como formula política para el País Vasco, frente al 18,1% que se define independentista o el 16,3% que preferiría un estado federal.

Negociación o referéndum

A la hora de conseguir valoraciones más subjetivas, como la opinión de los ciudadanos en torno al nivel de consenso que suscita el plan Ibarretxe en la sociedad vasca, un 12% asegura que tal nivel es "alto", un 30,5% que es bastante alto, mientras que un 35,5% piensa que es escaso y un 4,3% se inclina por decir que es "nulo" el grado de consenso.

Tras ser derrotado con rotundidad en el Congreso de los Diputados, algo que juzga como negativo el 47,7% de los encuestados, sólo un 6,2% piensa que la propuesta debe mantenerse como está y un 15,2% que Ibarretxe debe retirarla. Sin embargo, se produce un empate técnico entre los que se inclinan por que el lehendakari la negocie con el PP y el PSE (33,5%) y los que directamente la someterían ya a referéndum (34%), de modo que esta última opción queda en clara minoría.

Aun así, un 75,8% asegura que iría a votar ante la la posibilidad de ese referéndum, que el lehendakari ha anunciando refiriéndose siempre a ella como una "consulta" y tras reconocer explícitamente en su comparecencia en el Congreso, el pasado día 1, que no tendría validez jurídica. Sólo un 8,7% anuncia con claridad que no iría a votar si fuese convocado a esa consulta, y un 14,1% se declara indeciso sobre su participación.

La indecisión aumenta considerablemente cuando se pregunta por el sentido del voto en ese eventual referéndum: un 46,7% de los que dicen que acudirían a depositar su voto lo haría a favor del plan, un 26,9% asegura que lo haría en contra y un 23,7% o no sabe o no contesta sobre su decisión. El 2,8% tiene claro que votaría en blanco.

Aunque es mayoría la que juzga negativamente el rechazo del plan Ibarretxe por el Congreso de los Diputados, un abrumador 60% de los vascos asegura que el plan "debe contar con la aprobación" del Parlamento nacional, es decir, que debe mantenerse la previsión constitucional que exige el refrendo por el Congreso para cualquier modificación de un Estatuto de autonomía. Bajo esta fórmula de reforma se tramitó en el Congreso el plan Ibarretxe; pero los partidos de ámbito nacional rechazaron el proyecto por considerar que iba mucho más allá de una reforma.