La demolición del rascacielos durará cerca de un año y costará 17,5 millones

De arriba abajo y de fuera adentro, planta por planta. Éste será el orden del proceso de demolición del edificio Windsor, incendiado el pasado 13 de febrero, según el plan que explicaron ayer los técnicos del Ayuntamiento de Madrid.

Los trabajos, en los que intervendrán 50 personas, durarán un tiempo estimado de entre 10 y 11 meses y contarán con un presupuesto de 17,5 millones de euros. "Pero dada la complejidad de las obras, a lo largo del proceso puede variar tanto el coste como la duración", precisó la coordinadora general de Urbanismo, Beatriz Lobón. Además, el director de las obras de derribo, Emilio García de Burgos, matizó que las condiciones climatológicas podrían alterar los plazos: "En el momento en que haya fuertes vientos puede paralizarse el desmontaje".

El derribo comienza hoy

Por fin hoy debe comenzar el derribo del Windsor, anunciado en un par de ocasiones por el Ayuntamiento, aunque fue retrasado por orden de la juez que investiga las causas del incendio, pues antes la policía debía finalizar la toma de pruebas, que podían quedar destruidas en el proceso.

Anoche, el equipo técnico de la Concejalía de Urbanismo realizó diversos trabajos de apeo para asegurar el subsuelo entre el edificio Estrella y el rascacielos. "Son apeos en los accesos al túnel de Azca, que no está capacitado para soportar una tercera grúa", explicó el arquitecto Alfonso Bardají. Eso permitirá instalar en la zona una cuarta grúa, necesaria para retirar la otra grúa que hay en la corona de la torre y que puede desmoronarse.

Antes del inicio del desmontaje en sí, Urbanismo ha previsto una serie de actividades para garantizar la seguridad: retirar mercancía que pueda ser inflamable de los edificios de alrededor, proteger la cubierta de las instalaciones de El Corte Inglés, colocar pantallas de neopreno en los inmuebles colindantes para evitar desplomes y colocar un sistema de cámaras para poder vigilar los trabajos.

Simultáneamente, hoy se hará un reconocimiento exterior del edificio de las grúas, para determinar los elementos que han quedado colgados, porque es lo primero que hay que retirar, para garantizar la seguridad de los operarios que estarán trabajando en la zona.

Luego, se retirarán el resto de piezas que componen el edificio, de arriba abajo y de fuera a dentro. En cada planta el orden es: demoler forjados, luego pilares y pórticos y, después, el núcleo rígido del ascensor y las escaleras. Lobón explicó también que el Ayuntamiento sólo está obligado a actuar hasta que se haya garantizado la seguridad. Entonces deberán ser los propietarios los que decidan.