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Los tecnócratas dominan el primer Gobierno palestino tras la muerte de Arafat

EE UU e Israel reciben favorablemente la creación del Ejecutivo de Ahmed Qurei

Un grupo de 12 tecnócratas, en un Gabinete de 24 miembros, domina desde ayer el primer Gobierno palestino puesto en pie tras la muerte del presidente Yasir Arafat el pasado 11 de noviembre en París. El primer ministro, Ahmed Qurei, consiguió, gracias a estos nombramientos, el beneplácito del Parlamento de Ramala (Cisjordania), después de haberlo intentado en tres ocasiones sin éxito, debido a las pugnas internas en el partido Al Fatah. La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos e Israel, han recibido favorablemente la constitución del nuevo Ejecutivo palestino.

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Cuatro ministros clave

El Parlamento de Ramala aprobó ayer al mediodía, por 44 votos a favor, 10 en contra y 4 abstenciones, el nuevo Gabinete del primer ministro, Ahmed Qurei. El Gobierno está compuesto en su mayoría por tecnócratas y profesionales liberales prácticamente desconocidos para el gran público palestino.

En el equipo de 24 miembros, 17 son caras nuevas, sólo hay un diputado y muy pocos ministros repiten en su cargo. La práctica totalidad de los nuevos ministros son militantes de Al Fatah. Sólo cinco son independientes, mientras que dos son del Partido del Pueblo y del Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Este Gabinete, aparentemente amorfo, sirve sin embargo para arropar y acompañar a cuatro hombres clave de la vida política palestina, sobre cuyos hombros reposa desde ayer la carga de todo el proceso de reforma de la Administración, así como la reanudación del proceso de paz y la consolidación del alto el fuego: son el coronel Mohamed Dahlan como responsable de Asuntos Civiles; Salam Fayed al frente de Hacienda; el general Nasr Yusef en Interior, y Naser Al Qidwa en Exteriores.

Mediación de Abbas

La composición de este Ejecutivo había sido previamente pactado en el seno de la cúpula dirigente del partido gubernamental Al Fatah en el transcurso de una tempestuosa sesión celebrada la noche anterior en la que tuvo que participar como mediador el propio Mahmud Abbas, actuando a la vez como presidente de la Autoridad Nacional Palestina y presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Abbas logró en la reunión de Al Fatah calmar los ánimos de los barones y caciques de la joven guardia que reclamaban a gritos, en nombre de una supuesta transparencia y democratización, el fin de la vieja guardia, empezando por el cese del propio Ahmed Qurei, convertido en estandarte del antiguo régimen.

El primer ministro, Ahmed Qurei, se ha visto obligado a pagar un precio oneroso para obtener el apoyo de la joven guardia, ya que ha tenido que sacrificar no menos de siete de sus más estrechos colaboradores, cuyos nombres trataba de mantener en cada una de las tres listas gubernamentales precedentes.

Entre los nombres sacrificados se encuentran dos caras conocidas: el ministro para Asuntos Civiles y responsable del equipo de negociadores, el incombustible Saeb Erekat, e Intisar al Wazer, la viuda de Abu Yihad, el dirigente palestino asesinado en Túnez por los israelíes en 1988, quien durante 10 años estuvo al frente del Ministerio de Asuntos Sociales por imposición expresa de Yasir Arafat.

Qurei ha logrado sin embargo conservar a su lado en calidad de viceprimer ministro y responsable de Información a Nabil Shaat, hasta el momento jefe de Exteriores, un hombre sobre el que planean sombras de corrupción.

"Hoy es un día en que me siento orgulloso de ser palestino. Es un día histórico. La democracia no es fácil. Éste es un día en que los palestinos han elegido la democracia y la responsabilidad", aseguró ayer el presidente Mahmud Abbas dando por acabada la crisis más importante surgida en el seno de la Autoridad Nacional Palestina en los últimos 10 años.

La crisis se ha debido a la pugna que durante cuatro días ha estado enfrentando a los diferentes clanes de Al Fatah a la hora de formar la lista del Gobierno. Pero el comentario de Abbas era también una muestra de alegría, mal disimulada, al comprobar que había conseguido colocar a todos sus hombres de confianza en el Ejecutivo, neutralizando así a Qurei, con quien mantiene importantes discrepancias sobre la manera de gestionar la transición palestina tras la muerte de Arafat.

Pero, al margen de declaraciones eufóricas, la verdad es que el nuevo Gobierno palestino tiene un carácter provisional, ya que deberá cesar el próximo mes de julio, cuando se celebren elecciones en Cisjordania y Gaza y quede configurado un nuevo Parlamento.

Ahmed Qurei y Mohamed Dahlan (derecha) abandonan el Parlamento palestino.
Ahmed Qurei y Mohamed Dahlan (derecha) abandonan el Parlamento palestino.REUTERS

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