La producción de cine se dispara en China, aunque el público no va a las salas

La producción cinematográfica alcanzó el año pasado en China la cifra récord de 212 películas, un 50% más que el año anterior, aunque el público siguió dando la espalda a las salas, debido a la escasez de oferta, la censura y los precios desmesurados de las entradas.

La recaudación en taquilla ascendió a 1.500 millones de yuanes (140 millones de euros), frente a los 1.100 millones de yuanes de 2003, según la Administración Estatal de Radio Cine y Televisión. Pero este aumento se debió a un reducido número de grandes éxitos, como La casa de las dagas voladoras, de Zhang Yimou, o Un mundo sin ladrones, del popular Feng Xiaogang. Por primera vez desde 1994, los ingresos procedentes de las producciones locales superaron a los de las extranjeras, entre las que destacaron El señor de los anillos: el retorno del rey, El día de mañana o Rey Arturo.

China, cuya industria cinematográfica se encuentra en proceso de transformación, permitió la comercialización de 20 cintas foráneas, el doble que en 2003, y cuyos ingresos se reparten entre el distribuidor extranjero y el exhibidor chino. Además, la China Film Import Export Corporation tiene el monopolio de la importación de otras 30 cintas por las cuales paga un montante fijo inicial, pero no un porcentaje de la recaudación.

A pesar del entusiasmo de los espectadores por el pequeño grupo de éxitos de taquilla, la mayoría de las vetustas salas chinas sigue sin lograr atraer a unos clientes que, ante los elevados precios de las entradas -de 30 a 60 yuanes (2,8 a 5,6 euros)-, optan por la amplia oferta de DVD piratas a 0,6 euros y sin mutilar, que se venden incluso en las tiendas. China tiene 1.200 cines, con un total de 2.400 salas, cuando sólo en Hong Kong (siete millones de habitantes) hay 600 pantallas, que tuvieron el año pasado una recaudación similar a la de toda China continental.