Gracias

Gracias, señor Urbaneja, por defender los intereses, y alzar un discurso coherente con la realidad, de los que pagamos las desorbitadas facturas de RTVE. Es importante recordar que este gasto, según nuestro ministro de Economía, competirá con la asignación de recursos a la educación, las carreteras o las pensiones. Es difícil comprender cómo la deseducación televisiva puede mermar el presupuesto en la educación, pero a cuatro de los cinco "sabios" les parece bien.

Una vez vistas las conclusiones de los "sabios conceptuales", quizá ha llegado el momento de reunir a los "sabios reales" que estudien la viabilidad económica y de gestión, que son los problemas que realmente nos atañen a todos. Todavía podemos apagar la televisión cuando no nos gusta, pero desgraciadamente no podemos dejar de pagarla. Absorber una deuda de 7.500 millones para, como matiza el señor Urbaneja, volver a generarla, no parece muy coherente, pero, claro, ¡qué bien se dispara con pólvora del rey.