Zapatero espera un gesto de EE UU que reactive las relaciones con España
Moratinos afirma que las citas bilaterales "vendrán en su momento, no hay ninguna prisa"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajó anoche a Bruselas sin ninguna perspectiva de verse hoy a solas con el presidente de Estados Unidos, George Bush, entre otras cosas porque, según reiteran fuentes de La Moncloa, esa eventual entrevista "no se ha gestionado". En medios diplomáticos se considera, sin embargo, que las cumbres de hoy son fundamentales también desde el punto de vista bilateral, pues se espera de ellas algún "gesto" o "señal" que reactive una agenda que sigue prácticamente en blanco.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, precisó que el calendario de las relaciones hispano-estadounidenses no tiene en estos momentos más contenido que su cita para abril, sin fecha precisa, con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, de la que se habló durante la visita de ésta a Bruselas del pasado 9 de febrero. El ministro de Defensa, José Bono, acordó por las mismas fechas con su homólogo, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, celebrar una reunión del Comité Mixto hispano-estadounidense antes del verano.
En esta situación, los portavoces del Gobierno insisten en que "el objetivo de España no es tener un contacto bilateral" con EE UU hoy en Bruselas. "No habrá ningún encuentro, ni formal ni informal, porque, dada la agenda del presidente Bush, no se considera posible organizarlo", afirmaron las mismas fuentes.
El líder norteamericano, por su parte, tenía previsto desayunar hoy con el primer ministro británico, Tony Blair, y departir en algún momento con el presidente italiano, Silvio Berlusconi. Mañana verá a Schröder en Alemania y anoche cenó en Bruselas con Jacques Chirac. Los cuatro mayores países de la Unión han tenido, pues, sus cuotas de atención preferente por parte del visitante.
El propio Moratinos relativizó la situación. "Los contactos (bilaterales de alto nivel) vendrán en su momento, no hay ninguna prisa ni urgencia. Tenemos un calendario y lo desarrollaremos con normalidad", dijo, haciéndose eco de la versión del Gobierno de que las relaciones con Washington "son buenas, como se ha visto en los últimos encuentros".
La diplomacia española espera, en todo caso, detectar en las cumbres de hoy signos que confirmen la disposición ya expresada por Bush al rey Juan Carlos I para que, pese a las tensiones generadas por la retirada de Irak, las relaciones entre Washington y Madrid avancen. No se pretende tanto otra foto de Zapatero con el líder trasatlántico, sobre todo después de la imagen ambigua que Rice ofreció hace dos semanas junto a Moratinos; aunque nadie la descarta, dado que ambos permanecerán horas en las mismas salas y pasillos.
Lo que de positivo desearían ver los observadores del Gobierno se mueve más bien a ese nivel menos concreto, pero muy de moda en los análisis diplomáticos, del lenguaje corporal (body language), de la manifestación gestual de una disposición abierta al diálogo. Moratinos se mostró, además, confiado en que, "tal vez", durante la jornada se llegue a fijar su cita de abril con Rice, a la que volverá a ver el próximo 1 de marzo en la conferencia sobre Palestina de Londres.
El ministro español ha sido encargado de presentar la posición europea sobre Oriente Próximo, que está lejos de ser unánime, durante la reunión que los cancilleres celebrarán con Rice esta tarde en la UE, paralelamente a la cumbre de los líderes. Zapatero ilustrará a Bush en esa misma sede sobre el diálogo euromediterráneo y la décima conferencia que se celebrará este año en Barcelona, buscando conexiones con la iniciativa estadounidense para la misma zona conocida como Gran Oriente Próximo.
El presidente del Gobierno desea también intervenir en la cumbre de la OTAN, para exponer la oferta española de asumir el control de una zona en el centro-oeste de Afganistán, y la de formar en España a magistrados, policías y expertos en desactivación de minas iraquíes. Precisamente ayer, Moratinos anunció la presentación de la candidatura del eurodiputado del PP José Ignacio Salafranca para el cargo de director del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que canaliza la ayuda a Irak.
Fuentes oficiales se hacen eco, finalmente, del deseo del Gobierno de aprovechar las cumbres de hoy para "hacer visible" la importancia de España como aliado fiable, quinto contribuyente a la OTAN y socio europeo relevante, con objeto de aprovechar en un plano más bilateral los deseos de buena sintonía trasatlántica que Bush ha traído en este viaje.
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