Los comicios de Schleswig-Holstein ponen a prueba a los partidos alemanes
Los sondeos pronostican un codo a codo en las elecciones de hoy en de Schleswig-Holstein, con una ligera ventaja para la coalición entre los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes que desde 1996 gobierna el Estado federado más septentrional de Alemania. Los 2,2 millones de electores convocados a las urnas para elegir el Parlamento (Landtag) de Schleswig-Holstein pueden votar por un Gobierno SPD-Verdes y fortalecer así la coalición de los mismos socios en el Gobierno federal. Las últimas encuestas dan un 40% de votos al SPD y un 6% a Los Verdes.
También cabe la opción de darle un palo al Gobierno en Berlín y fortalecer la oposición democristiana (CDU) y a su jefa, Angela Merkel, que se encuentra en entredicho tras varios traspiés políticos en los últimos meses. Un 37% pronostican los sondeos a la CDU que, unido al 7% de su socio los liberales (FDP), convierte la elección en un codo a codo. Los comicios suponen también una piedra de toque para el ultraderechista Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), al que las encuestas dan un 3% que no basta para el 5% que da derecho a tener escaños en el Landtag. No obstante, los sondeos siempre dan al NPD peores resultados que las urnas por la vergüenza de los encuestados a confesarse como votantes de un partido impresentable por sus connotaciones neonazis. Si el NPD consigue un 5%, la formación de gobierno se complicaría.
Un examen para todos
La presencia de políticos llegados de Berlín, los primeros espadas de todos los partidos, pone de manifiesto la importancia de las elecciones de Schleswig-Holstein, un examen de la correlación de fuerzas tres meses antes de las de Renania del Norte-Westfalia que se consideran la piedra de toque definitiva para ganar las generales y llegar al poder en Alemania. Para el canciller federal, Gerhard Schröder, y su partido el SPD, la elección de hoy significa un duro examen. Tras conocerse las cifras de paro a principios de mes, que rebasaron la fatídica barrera de los cinco millones, la mayor en la historia de Alemania desde el final de la II Guerra Mundial, el viento podía volver a soplar en contra de Schröder y su partido. No menos difícil será la prueba para Los Verdes y su líder, el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, a quien acaba de explotarle en la cara el escándalo de los visados en los países del este de Europa. La política liberal de visados abrió las puertas de Alemania y gran parte de la UE a mafiosos de toda laya.
La CDU y el FDP se han volcado estos días e inundado las calles de Schleswig-Holstein con pasquines en los que acusan a Fischer y Los Verdes de mentirosos. A Merkel (CDU) también le espera un fuerte examen. La jefa democristiana ha acumulado desastres en los últimos meses que le hicieron bajar en la bolsa demoscópica y su liderazgo está en entredicho en las filas de la CDU/CSU. Se duda de que Merkel sea la candidata adecuada para enfrentarse a Schröder en 2006 y una derrota hoy sería un nuevo golpe para ella.
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