El aire de los ladrillos

"Con la emisión que me han asignado me veré obligado a cerrar algunos meses la fábrica". Juan del Reino considera a todas luces insuficientes las 26.243 toneladas de CO2 al año que el Gobierno le ha impuesto a su fábrica como límite de emisión de gases. En la misma tesitura que él se encuentran las 40 industrias del sector cerámico de Bailén (Jaén) que, necesariamente, tendrán que cambiar sus hábitos de producción para poder cumplir las exigencias ambientales derivadas del protocolo de Kioto. El nombre de la ciudad japonesa se ha introducido en los últimos días, como si de un invitado inesperado se tratara, en los hogares de Bailén, un municipio de 19.000 habitantes convertido en el principal centro productor de ladrillos de toda España. Y es que los más de 2.800 empleos que generan estas fábricas pesan demasiado en la economía local.

Juan del Reino, presidente de la Asociación de Ceramistas de Bailén, asegura que la mayor parte de las industrias locales van a presentar reclamaciones por los derechos de emisión que les han sido asignado hasta 2007. Los que superen las emisiones de dióxido de carbono se exponen a fuertes sanciones, aún no concretadas, a no ser que compren derechos a las que emitan menos, algo que en Bailén parece difícil. "El sector quiere cumplir con la normativa ambiental, pero para eso necesitamos ayudas", asegura Del Reino, que ha heredado la tradición alfarera de su padre aunque ahora presume de tener una de las industrias más punteras del sector, con una producción diaria de 350 toneladas de ladrillos que vende por toda España.

Cerámicas del Reino es una de las pocas industrias de Bailén que utiliza el gas natural como combustible para la cocción de ladrillos. La mayoría emplea el coque en su proceso productivo, pero en otros casos llega a usarse carbón granulado y hasta ruedas de caucho. "El desarrollo industrial de Bailén depende de la ampliación de la red de gas natural", indica el empresario.

Para intentar relanzar a un sector que no oculta su preocupación por las exigencias del protocolo de Kioto, el próximo martes se va a presentar el plan de calidad del entorno de Bailén, en el que se van a implicar cinco consejerías andaluzas -Medio Ambiente, Agricultura, Empleo, Salud e Innovación- y el Ayuntamiento. "La calidad del aire es una competencia municipal y la Junta va a llevar a cabo una labor de apoyo técnico y normativo", indica la delegada de Medio Ambiente en Jaén, Amparo Ramírez, para quien los problemas derivan "de la existencia de un sector tradicional, que debe terminar de adaptarse a las nuevas necesidades medioambientales".

El asfaltado de los caminos de acceso a las industrias cerámicas para evitar la contaminación del polvo en suspensión o el estudio individual de cada industria por parte del IFA para optar a ayudas son algunas de las medidas del plan. La Junta también pretende aportar transparencia para acabar con la "intranquilidad" que, según fuentes sanitarias, existe entre la población por la salud ambiental del municipio. La Consejería de Salud informó recientemente en una respuesta parlamentaria que los índices de enfermedades respiratorias y el consumo de fármacos para estas patologías no difieren en exceso de los de otra localidad.

En la provincia de Jaén han sido 54 las empresas que han solicitado a la Consejería de Medio Ambiente la autorización para emitir gases de efecto invernadero, con el objetivo de que en 2012 se reduzcan los niveles de emisión respecto a los existentes en 2002. Aunque el grueso principal lo representan las 40 fábricas de ladrillos de Bailén, también destacan las seis industrias de cogeneración, la papelera de Mengíbar y la cementera de Torredonjimeno.